Es el personaje del momento, un hombre que llegó a la fama por ostentar su fortuna y que no se cansa de decir que su gran sueño es consolidarse como artista.
A pesar de que la fábrica familiar le concedió una herencia de más de 200 millones de dólares, Fort reniega de ese legado: "Yo no quiero saber nada de la empresa, sí fuera por mí, vendería mi parte y me despego para siempre de esa historia".
Es que según se ha encargado decir Ricardo Fort, la relación con su familia no es buena; su padre fallecido siempre lo ninguneó por su fascinación con el mundo artístico y sus hermanos le reprochan que él gaste el dinero que ellos trabajan.
No obstante, con su madre, cantante de ópera, mantiene una excelente relación, al igual que con sus hijos, mellizos de seis años, fruto de una inseminación.
Lo cierto es que a pesar de la distancia familiar, esa pertenencia le permite hoy día gastar a su antojo y tener la vida de lujo que tiene. "Yo quiero disfrutar mi dinero en vida, hay muchos ricos que se lo llevan al cajón. Igual ahora que estoy en "ShowMatch" gasto menos y gano más", confiesa.
Es que su permanencia en dicho certamen ha provocado la disminución de sus salidas nocturnas - en las que solía gastar más de quince mil pesos- y su fama hace que cada vez más gente se interese en contratarlo para hacer shows.