Resulta difícil ser la "hija de", aún cuando existen decenas de hijos de famosos que lo niegan o intentan naturalizarlo. Como contracara., existen otros tantos que desearían ser hijos de algún famoso, teniendo en cuenta que ese vínculo es sinónimo de oportunidad, ingreso fácil al medio, etc.
Romina Yan viene bien para el ejemplo. Se trata de una "hija de" por partida doble: por parte de su madre, Cris Morena, y de su padre, Gustavo Yankelevich.
Instalada en el living de "AM, antes del Mediodía", Romina debió enfrentarse a Leo Montero y Vero Lozano, que se encargaron de preguntarle por las bondades y no tanto de ser la hija de un matrimonio (aunque sean ex) de exitosos productores televisivos.
En esa senda, la actriz que actualmente tiene pantalla en "Casi Ángeles" (un producto de su madre), habló de sus inicios y contó que había hecho el casting para ingresar al elenco juvenil de "Jugate Conmigo" sin que los selectores supieran que ella era la hija de la creadora, promotora y conductora del ciclo.
Recién cuando fue seleccionada, todos se hicieron eco del parentesco y su padre, que se negaba a que su hija ingresara al medio siendo tan chica, tuvo que internalizar la noticia.
Entre otras cosas también habló de cuánto le costó tomar la decisión de protagonizar "Chiquititas", porque no quería que la crítica matara a sus padres por haberla puesto al frente del programa.
Dice que entre los pro de trabajar en familia figura la oportunidad de mantenerse cerca y en contacto, y entre los contra "que todo se mezcla demasiado".
Tal vez por eso, y por la necesidad de que ya no exista una doble mirada de la crítica y de que el medio deje de ser tan duro con ella, Romina Yan se encuentra embarcada en la preparación de un programa infantil, producido en conjunto con su esposo, que conducirá el año próximo.
Quizás, de una vez por todas, la heredera mujer de la dinastía Yankelevich pueda despegar de las huestes de su familia y dejar de ser sólo la "hija de".