Un hombre algo desalineado entraba a un glamoroso evento en Beverly Hills, con mucha barba, algo gordo y con unos lentes muy extraños. Era imposible reconocerlo, todos se miraban con sorpresa y se preguntaban quién era aquel individuo.
La duda se hizo certeza cuando de la mano de esta irreconocible persona apareció su esposa Jenny McCarthy, que sino fuera por ella, nadie se habría dado cuenta que éste hombre era Jim Carrey.
El actor fue premiado en Los Ángeles por su labor humanitaria, pero sin dudas que eso no fue la noticia. Jim Carrey apareció con barba, con unos anteojos que nunca antes había usado y con 25 kilos de más, justo lo que necesita para interpretar el papel del gordo en la película de "Los Tres Chiflados".