Las relaciones de pareja tienen sus idas y vueltas, pero si bien muchas cosas se aprenden a compartir, hay algo que todavía queda como una zona de conflicto permanente: el dominio del control remoto. En forma orgullosa, son muchos los que se vanaglorian de llevar las riendas de la casa, algo que casi siempre tiene como corolario la frase "y el control remoto lo manejo yo". Pero atención, porque una nueva tecnología va a poner el control remoto al alcance de todos, con lo cual habrá que negociar como nunca que es lo que se verá en la tele.
Y no se trata de un control remoto común y corriente. Es, nada menos, que una mesa digital, que combina la comodidad de una mesita de café con un control remoto universal. Como publica la prestigiosa revista Wired, se trata de un proyecto de investigación llamado CRISTAL (Control of Remotely Interfaced Systems using Touch-based Actions in Living spaces) que trae opciones para que cualquiera que esté sentado alrededor de la mesa pueda subir o bajar el volumen de la tele, así como incrementar o disminuir la intensidad de las luces del hogar.
El tema es que, a medida que se tienen más equipos para el hogar, aparecen más controles remotos. Y la idea de un solo remoto universal en manos de uno solo de los integrantes de la pareja o el hogar...da lugar para discusiones o peleas. Además, por supuesto, que casi hay que hacer un curso para programarlo. En cambio, el sistema CRISTAL puede incluso fomentar la cooperación, ya que sólo se trata de ponerse de acuerdo en quien cambia de canal, con qué dedo se bajan las luces, quien graba el otro programa que dan a la misma hora y quien sube el volumen.
El sistema muestra en la pantalla una toma del living a través de una cámara, en formato streaming, y los usuairos pueden interactuar con los elementos que aparecen en esa pantalla. Al igual que el proyecto Surface de Microsoft, presentado en 2008, utiliza el sistema de presión sobre determinados lugares de la pantalla para transformarlos en órdenes. La misma imagen de video mostrada es la interfaz.
Claro, por ahora es un prototipo, y según estimaciones pueden llegar a pasar unos 10 años antes de que se lancen al mercado. Incluso hay que ver como se reducen los costos, porque el precio actual de entre 10 y 15 mil dólares desalentará seguramente a más de uno.