Un trabajador de Pilar de la Horadada (Alicante) permanece en huelga de hambre desde el 2 de abril con el fin de recuperar su puesto de trabajo en la empresa concesionaria responsable de la limpieza viaria de este municipio, de la que fue despedido tras 14 años de servicio.
Según explicó el trabajador afectado, José Antonio Gracia, la empresa aduce en la carta de despido "expresiones amenazantes y hablar en tono elevado a un superior" producidas durante una discusión con sus jefes a causa de una sanción de suspensión de empleo y sueldo durante 15 días impuesta "por mentir".
Gracia, padre de tres hijos de entre doce años y 15 meses y único miembro de su familia que trabaja, permanece acampado frente a la iglesia parroquial y sólo ingiere agua y bebida isotónica, por lo que ha perdido once kilos desde que comenzó la huelga.
La suspensión de empleo y sueldo fue impuesta por la empresa después de que Gracia rehusase vacunarse a través de los servicios sanitarios de la empresa y lo hiciese en la consulta de su médico de cabecera, ya que no se "fiaba" de los médicos de la mercantil, pues hace algunos años le detectaron una supuesta hepatitis que luego fue desmentida por su facultativo.
De este modo, la mercantil consideró que el trabajador mintió al asegurar que se había vacunado y le sancionó, lo que provocó una disputa entre él y sus jefes que culminó con el despido definitivo.
Además, Gracia no ha firmado el finiquito, porque no está de acuerdo con lo que se expone en él, de manera que no puede inscribirse en los servicios de desempleo y cobrar el subsidio por este concepto, ha precisado.
"Tenía una vida perfecta" antes del despido, aseguró Gracia, quien indicó que las represalias por parte de la mercantil comenzaron cuando algunos empleados cambiaron de sindicato y convocaron una huelga, en verano de 2007.