De la relación entre Nicole Kidman y Tom Cruise quedará para la historia el film "Ojos bien cerrados", dirigida por Kubrick. Allí interpretaban a una pareja con sus retorcidos recorridos entre la fidelidad y el engaño. En aquel entonces, fuera de la pantalla, se mostraban felices y en situación ideal.
Ahora, la actriz salió a contar un poco sus sentimientos durante las épocas que compartió con el actor. "Era el principio de mi carrera y yo estaba consciente de que las películas que hacía no eran demasiado buenas. Por eso, siempre pensé que tenía que esconderme en la sombra de Tom", explicó.
Sobre sus asistencias a los premios junto a su entones marido Cruise, ella contó no sentirse del todo bien: "íbamos a la entrega de los Óscar y yo pensaba que no merecía estar allí. Entonces mi obligación era ponerme un vestido bonito y callarme la boca. Yo era un apoyo suyo, nada más".
La separación se produjo en el 2001, con Kidman embarazada y luego de la adopción de dos hijos y malas películas. Finalmente su embarazo no concluyó felizmente y, según sus propias palabras, pensó que no sería capaz de volver a dar a luz.
¿Qué fue de su vida después de Tom? "Estuve seis años sin pareja después de dejarlo con Tom. Porque creo que es mejor estar sola que embarcada en una relación desastrosa".
En su vida profesional, sus participaciones fueron más exitosas. "Los Otros", "Las Horas" o "Dogville" fueron algunos de los films que le dieron prestigio y popularidad.
Hoy está casada con el músico Keith Urban y fue madre de Sunday Rose, la primera hija del matrimonio. "La palabra felicidad no le hace justicia a mi estado actual. Volver a tener amor es maravilloso", concluyó.
Fuente: ElPaís.