"Nazarena me va a tener que permitir todo porque la directora de la obra soy yo", dijo sin ningún reparo refiriéndose al mal estar que generan sus bromas a la rubia y deslindando el lugar que cada una va a ocupar en el espectáculo, producido por Garbellano, que estrenarán le próxima temporada en Villa Carlos Paz.
Con unas gafas, inentendiblemente colocadas por sobre un pañuelo, que cubrían la mitad de su cara (¿por qué será?), Moria siguió contestando preguntas y golpeando a la Vélez. Lo que todos querían conocer, era la opinión que la diva tenía sobre la ruptura de su ex con Naza, su paseo eterno por los medios y la pronta (y sospechosa) reconciliación relámpago con el empresario.
"Nazarena tiene un trastorno de bipolaridad", dijo sin tapujos y así le tiró con un dardo tranquilizante a la mamá de Gonzalito y Barbarita (le gusta nombrarlos y que los nombren), dando conocer lo que piensa acerca de los cambios de humor y de estado civil de su "empleada". "Yo opino esto y lo demás es parte de la vida personal de Luciano y "esta señora" ", concluyó Casán.
Con un mea culpa más que acertado, reflexionó: "Soy la menos apta para hablar porque empiezo y termino relaciones todo el tiempo". De la Alfano, quien le ganó de mano a Nazarena en materia separación, dijo lamentar mucho la ruptura con Alé y aclaró: "No la llamé porque no somos tan amigas como para hacerlo".
Por si alguien se preguntaba si Moria notaba la presencia de Nazarena en el lugar, ciertamente podemos afirmar que sí, porque ¡que la atendió, la atendió!