"Pegue donde más les duela", dice el dicho. Al parecer, las mujeres de la localidad de Kirca saben dónde y cómo pegar. Debido a la falta de agua que están padeciendo en el pueblo, ubicado en la provincia sureña de Mersis, las féminas del lugar decidieron cortarles el chorro -y no precisamente de agua- a sus esposos, amantes y amigos con derecho a roce.
El encargado de presentar esta iniciativa a la prensa fue Ali Riza Ozturk, miembro de la Comisión de Justicia del Parlamento turco. El explicó que cuando visitó la semana anterior la localidad de Kirca, las mujeres se quejaron de que la fuente de abastecimiento de agua del pueblo, un manantial muy caudaloso, se había secado a causa de la sequía que azotaba a la región. Y por eso, ahora debían recorrer una distancia de trece kilómetros para conseguir agua.
Según ellas, como los hombres del lugar no se tomaron en serio el problema, decidieron llamarles la atención. "Decidimos no dejar entrar a los hombres en nuestros dormitorios hasta que se suministre agua al pueblo", anunciaron las mujeres.
El alcalde de la localidad, Osman Arslan, aseguró que los hombres de la villa están padeciendo la protesta y advirtió que de continuar la situación "la falta de agua en el pueblo se convertirá en motivo de divorcios".
Posiblemente, las mujeres de Kirca tomaron la idea de un filme turco que fue llevado a la pantalla grande en 1983, en donde las mujeres se rebelaban contra el comportamiento machista y violento de sus maridos, negándose a tener sexo con ellos. O tal vez, se enteraron de lo que ocurrió en la localidad turística de Sirtkoy, en Anatolia allá por el 2001. Debido a la escasez de agua, las mujeres de la región se dirigieron al gobernador para decirle que hasta que no solucionara el problema, ellas no dormirían con sus maridos. De más está decir que en Sirtkoy la falta de agua se solucionó. Saber dónde pegar, esa es la cuestión.