Lola Berthet fue una de las actrices más queridas de la televisión argentina a comienzos de los 2000. Su personaje de Rita en “Son amores” conquistó al público. Ahora está lejos de los sets de grabación y se dedica a la política cultural.
Su momento de gloria fue en la serie de Pol-ka en 2002, lo que le valió el Martín Fierro Revelación. Pero antes trabajó en Gasoleros y Verano del ’98; luego, tuvo importantes papeles en Los Roldán, Lalola, Botineras y Los vecinos en guerra, pasando de la comedia al drama para mostrar su versatilidad como actriz.
Con el paso del tiempo, Lola decidió alejarse de la exposición constante en los medios para seguir un camino más vinculado al arte comprometido y la política cultural. Desde 2020 dirige el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, un espacio emblemático que promueve la memoria, la identidad y los derechos humanos a través del arte.
Allí, impulsó propuestas para artistas emergentes y trabajó en la generación de contenidos culturales con una fuerte mirada social.
Además, la actriz se involucró activamente en el sindicalismo artístico. Fue secretaria general de la Asociación Argentina de Actores, donde defendió los derechos laborales de sus colegas y participó en negociaciones clave para el sector.
En paralelo, mantuvo su vínculo con el teatro, la radio y la docencia, siempre desde una mirada transformadora del arte.
LOLA BERTHET SIGUE VINCULADA A LA ACTUACIÓN
Si bien su presencia en la televisión se volvió esporádica, Lola Berthet nunca se desvinculó del todo de la actuación. En distintas entrevistas aseguró que su vocación artística convive con una firme convicción política, y que entiende el arte como una herramienta para generar conciencia y cambio social.
Su último trabajo en televisión fue en 2020, en “El Secretario”, por la TV Pública. Al año siguiente, personificó a Irina en la obra teatral “El apego”.