El programa ya terminaba, una participante estuvo a punto de lograr la hazaña, y más que nunca se trataba de jugar A todo o nada. Fue así que en el tiro del final, un joven tomó el control de la intrincada plataforma móvil y con gran destreza embocó las tres bolas en la tronera.
El héroe de la tarde fue Joaquín, quien en tan sólo 10 segundos hizo realidad el sueño que lo desveló durante los últimos 5 años de su vida, ganarse el viaje de egresados. Eufórico, el joven se abrazó con un amigo que estaba detrás de él esperando su turno, pero de inmediato se presentaron media docena de chicos y chicas para fundirse en un abrazo grupal.
Quizá la suerte también lo acompañe a Joaquín en Bariloche y además de ser afortunado en el juego, logre también ser un triunfador en el amor. ¿O por qué no antes del viaje, apalancado en sus súbitos segundos de fama y éxito?