Todo era risas humor y genialidad. (39), desde el teatro Astral de Buenos Aires, presentaba sus nuevos personajes: Graciela Borges, Jacobo Winograd, Diego Maradona, Santiago del Moro, todos hechos magistralmente.
Pero también hubo lugar para la reflexión y la introspección. El actor contó: "Hacemos mucho ruido en vez de quedarnos un poco en silencio y fui un adicto a los estímulos. Fui el Jim Morrison de los estímulos. En un momento de mi vida no me alcanzó nada. Cuando hacemos silencio nos escuchamos (...). En 2013 yo desbarranqué, tuve una crisis personal muy fuerte. En un momento me quedé muy solo, me sentí muy mal. Hice lo que pude atrás de las cámaras. Lo que me pasó a mí le pasa a mucha gente y no lo sabe".
Bossi siguió: "Lo peor que me pasó es que me costaba un poco levantarme a la mañana. Le perdí el sentido a subirme al escenario, me alejé de mí, entonces me alejé de mi familia, de mis amigos, aún viéndolos todos los días. En nombre de no sé qué, buscando no sé qué, porque tengo en cuenta que si mañana me muero todo sigue igual, tengo el ego bien colocado".
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