Supo ser un mediático de excelencia, con lágrima fácil, frases naif (como la de la madre que le hacía el pollo al horno con papas), y hasta hijos y romances inventados. Pero poco a poco fue desapareciendo de la televisión, como suele pasar con ciertos personajes tan divertidos como efímeros.
Se trata de Guido Süller, cuyas últimas noticias el año pasado lo habían vinculado sentimentalmente (y nuevamente) con Ricardo Fort. Pero un día volvió a la televisión. Lo hizo en el programa Duro de Domar, que esta vez nadó entre aguas chimenteras y bizarras.
La cosa es que Guido apareció en pantalla en lugar del famoso Mini, e imitó a Graciela Alfano, quien fue al piso para hablar, una vez más, de sus andanzas amorosas.
“Esto es un homenaje a la señora Graciela Alfano que nos entretiene. Son pocos los famosos que pueden decir que tienen 40 años de cámara. Es muy difícil mantenerse”, dijo el mediático, como si hablara de él mismo -por la última oración-, claro.
Y así, en cuatro minutos, Süller reapareció en pantalla, su adorada pantalla. Un nuevo minuto, efímero, de fama.