Este viernes, la trama de Argentina tierra de amor y venganza hará un salto temporal de dos años. Personajes nuevos y giros novedosos serán parte de esta siguiente etapa, que será la última de la novela.
En diálogo con Por si las moscas, en La Once/Diez, China Suárez contó detalles sobre el duro destino que le tiene deparado el guión al papel que interpreta, su querida Raquel Liberman, quien sufrirá violencia de género en el marco de su lucha contra la explotación y trata de personas que ejerce Trauman, el personaje de Fernán Mirás.
“Raquel cada vez sufre más, se va a tocar el tema de la violencia doméstica, es muy tremendo. Con esto me pasa que tengo que tener más responsabilidad, poder hacerlo a través de un personaje tan bien escrito, es un placer”, aseguró la China.
Además, contó cómo llegó a interpretar a La Polaca y cómo su papel se fue delineando. "Adrián (Suar) me había ofrecido otro personaje. Y al principio me dijeron que el personaje iba a durar tres meses", reveló.
“Raquel cada vez sufre más, se va a tocar el tema de la violencia doméstica, es muy tremendo. Con esto me pasa que tengo que tener más responsabilidad, poder hacerlo a través de un personaje tan bien escrito, es un placer”.
Y continuó: "Después pensamos entre todos el rol de La Polaca. Raquel es todo lo que está bien: es buena, justiciera, noble, tierna, vulnerable, sorora. Está escrito por Carolina Aguirre que es una feminista. Y cada vez que la leo, digo 'qué bueno esta lucha en los años 30'".
Consultada sobre las dificultades que le representó componer un personaje de estas características, Suárez aclaró que "era la única forma de crecer como actriz" y recordó que también le tocó caracterizar un papel complejo en la película Abzurdah. "Cuanto más me juzgan y me dicen que no lo puedo hacer, más lo quiero hacer", remarcó.
Y cerró elogiando a sus compañeros de trabajo: "Es un elenco donde no hay conflicto, hay hermandad, alegría por el otro. Tenemos un grupo de chat donde nos felicitamos por las escenas del otro. Hay muy buen clima".