"King's Man: El origen", la tercera cinta de la saga de películas de comedia y espías Kings' Man realizada por el director británico Matthew Vaughn, que con los protagónicos de Ralph Fiennes, Harris Dickinson y Rhys Ifans narra el nacimiento de esa agencia de inteligencia ficticia en el marco de la Primera Guerra Mundial, llega hoy a las salas con una propuesta "muy épica" para que el público "escape en una historia que viaja en muchas direcciones diferentes".
Así resumió Dickinson el estilo de esta producción en una entrevista junto a Ifans con Télam y otros medios internacionales en la que conversaron sobre el filme que convierte en trilogía lo que comenzó en 2014 cuando Vaughn adaptó por primera vez para la pantalla grande el cómic "The Secret Service", escrito por Mark Millar y Dave Gibbons, ambos conocidos por crear populares relatos como los de "Kick-Ass" y "Watchmen", respectivamente.
Sin embargo, el tono y la estética atrapantes que caracterizaron a "Kingsman: El servicio secreto" y a su sucesora, "Kingsman: El círculo dorado" (2017), ambas con Colin Firth y Taron Egerton en los papeles principales, son reemplazados en esta ocasión por un ritmo menos frenético e inyectados con una dosis de dramatismo que busca sintonizar con el trágico escenario en el que se sitúa.
De esa manera, las estilizadas y vertiginosas secuencias de acción y peleas que abundan en las primeras entregas pasan a un segundo plano para dar espacio a un relato más emotivo y familiar, aunque sin abandonar del todo el humor negro tan bien recibido por las y los seguidores de la franquicia.
Con ese espíritu se dispara la narrativa de "King's Man: El origen", en la que Fiennes encarna a Orlando, el duque de Oxford, un hombre de ideología pacifista que tras la muerte de su esposa durante una visita a un campo de concentración en Sudáfrica como representantes de la Cruz Roja en 1902, queda a cargo de la crianza de su pequeño hijo, Conrad (Dickinson).
Fuente: Télam