Esta semana fue definitivamente atípica en el "desamor" de las parejas famosas. Sin dudas, la ruptura de Diego Forlán y Zaira Nara fue la más mediática de las separaciones. Y acabó suspendiéndose una doble boda al “estilo inglés”, a sólo 40 días del enlace. ¡Tsunami rioplatense!
En otra esquina, mientras la prensa estaba atenta a los partes médicos de Cacho Castaña, su matrimonio también llegaba a un punto final. Las versiones indican que el desgaste de la la “garganta con arena” y su pareja, Andrea Sblano, tiene que ver con la poca conducta del cantante para cuidar su salud. También distanciados se encuentran los revisteriles Bal-Barbieri. Durmiendo en camas separadas y compartiendo poquísimo tiempo juntos, Carmen decidió viajar para despejarse y voló primero a Río y luego a Nueva York, con amigos y sin Santiago. Sin dudas, fue sorpresiva la confirmación del final de la pareja Paola Krum-Joaquín Furriel. Rumores de tercero en discordia y silencio prusiano por parte de todos los involucrados.
Aunque la ruptura lleva varias semanas, recién ahora Andrés Calamaro decidió romper el silencio con respecto a su relación con Julieta Cardinali. El más famoso de los salmones afirmó que no lo perturbó tanto los comentarios de la prensa:“No pensé que me podía pasar a mí, eso sí. Supongo que ocurrió porque Marcelo (Tinelli) estaba de vacaciones”.
Por su lado, las Silvinas cambiaron de morochos. Silvina Luna concluyó con su affaire a distancia con Aíto de la Rúa para volver a los brazos de su ex el kitesurfista, Martín Vari. Silvina Escudero, en tanto, largó a Felix Rossi (que ya encontró otra morocha) para volver con su último novio el exCasi Ángeles, Nicolás “Tacho” Riera.
Los uruguayos no ganaron para disgusto. Su ídolo futbolista, su modelo top y una de las vedettes más importantes confirmaron sus respectivas crisis. Mónica Farro se separó y se reconcilió en horas con el productor Jorge Luengo, fotos y videos de desnudos de él mediante. Eunice Castro es portada de una revista charrúa, declarando que su relación con un joyero marplatense terminó por culpa de la distancia. Y la novela del Balón de Oro y la menor de las Nara ya es de publiquísimo conocimiento.
“Ya no estaba enamorado de ella", fue la respuesta de Forlán en una revista, al virtual “menos mal que no me casé”, que Zaira tuiteó, y hasta inspiró remeras con la leyenda. Se confirmó el contrato prenupcial, se habló de diferencias laborales (él no la dejaba trabajar), se arrojó la posibilidad de terceros y terceras, de la inseguridad del futbolista, y de mensajes extorsivos. Todo terminaría en Tribunales. Y por supuesto en los medios.
¿Zaira dejará de ser la hija prolija y dulce? ¿La ex conductora de El Trece se revolcará en el lodo mediático y le quitará el trono a su hermana? Todo está por verse, pero en este cuento no parece haber ni caperucitas ni lobos feroces.
Sin embargo, el colmo de las separaciones llegó importado de Grecia. Las hermanitas Xipoliotakis discutieron en cadena nacional el fin de su relación laboral y un “impasse” como familiares. Ridículo, hilarante, dramático. Y seguido por millones de espectadores. Ellas dos sí que entendieron rápidamente que separarse te convierte en noticia…