Más de 280 muertos y 33.000 casos son los números del Covid-19 en la ciudad de Nueva York, donde la médica argentina Victoria Moreno (38) atendió decenas de pacientes positivos antes de que se realizaran test.
Y fue trabajando en un centro de guardias de Jackson Heights, Queens, una de las trincheras del foco más álgido de la pandemia en América, donde esta oriunda de San Isidro se contagió. Al igual que su marido y una de sus hijas, de 3 años, mientras que la más chiquita, de un año, aún no tuvo síntomas.
"Desde que empezó marzo las consultas subieron muchísimo. La guardia se llenó de gente, algo muy raro para la época del año. Había muchísima gente quejándose como si tuviese gripe, pero la gripe ya estaba en descenso. De hecho, testeamos a estos pacientes con el test de la gripe y a todos les daba negativo. Pero entraban con fiebre, dolor en el cuerpo. Era uno tras otro con la misma sintomatología", contó en una entrevista que le dio a Clarín.
"Desde que empezó marzo las consultas subieron muchísimo. La guardia se llenó de gente, algo muy raro para la época del año".
"Si había un paciente muy enfermo o con síntomas respiratorios les poníamos un barbijo a ellos, pero nosotros no".
Y cuando la fiebre y un "dolor terriblemente intenso en el cuerpo" la atacaron a ella, se dijo: “Esto es lo mismo que vengo viendo hace dos semanas en el consultorio”. "El 15 de marzo ofrecieron los tests en mi trabajo y fui a primera hora a hacérmelo; yo y mi hija. Tres días después me informaron que eran positivos los dos casos", indicó.
Victoria aseguró que tuvo 38,5 o 39 de fiebre y que pudo controlarla bien con paracetamol. "Lo que más me molestaba era el dolor en el cuerpo. Tenía mucho cansancio. Pero en tres días prácticamente me recuperé. Mi hija tampoco tuvo fiebre tan alta y al cuarto día ya estaba bien", dijo.
El día que ella se sintió mejor, cayó su marido, que estuvo 8 días con fiebre: "Fue horrible porque también tuvo muchísima tos, dolor en el cuerpo, dolor de cabeza y garganta, un poco de diarrea. Ninguno de nosotros está dentro de la población de riesgo. Pero él recién ahora se está recuperando".
"Mi marido también tuvo muchísima tos, dolor en el cuerpo, dolor de cabeza y garganta, un poco de diarrea. Recién se está recuperando".
De todas formas, aclaró que ahora atienden con otros recaudos: bata, máscara, guantes y anteojos para cubrir los ojos: "Ahora no te dejan ver pacientes si no estás totalmente cubierta".
Para ella, en Estados Unidos están atrasados dos semanas con los datos, ya que venía viendo posibles casos desde el 1 de marzo sin posibilidad de hacer el test. "Los números están atrasados y lamentablemente mucha gente se contagió cuando nosotros pensábamos que solo había 50 casos en la ciudad entera. Y había más, yo los vi", agregó.
Victoria contó que todos esos pacientes se retiraron de los centros de salud sin ninguna recomendación de aislamiento, propagando el virus por toda la ciudad de Nueva York que hoy sufre las concecuencias.