"¡No me respetás! ¡Quiero que me escuchen un segundo! Yo no soy nadie y la verdad, venía con la mejor. Me voy a tener que ir", fueron las últimas palabras de Fede Bal antes de abandonar el móvil de Infama.
Comenzó la temporada de verano, con sus líos de taquillas, sus peleas de estación, sus romances playeros. A Infama le tocó debutar con la primera partida de un famoso, en una nota de la televisión de 2015. Federico Bal plantó al programa, cuando Rodrigo Lussich pretendía que intercambiara palabras con Martín Amestoy, el exnovio de Silvina Escudero y panelista de Zapping, después de haber protagonizado en el pasado una discusión.
"No hay bronca con Martín Amestoy. La respeto a Silvina como persona y como artista, y desde mi humilde lugar, le dije que no tenía porque hablarle así a una mujer con la que había compartido su vida. Eso habla de una persona que no tuvo educación de chico sobre cómo tratar a las mujeres", contó el hijo de Carmen Barbieri sobre el episodio que vivió en Intrusos. "Me dicen que Amestoy está en maquillaje", lo cortó Lussich mientras salía del piso y avanzaba por los pasillos de América.
FB: Si querés y me respetás un poco, tenelo después de mi participación.
RL: ¿No querés dialogar con él?
FB: Y… no. Me estás haciendo una nota re linda y si viene acá, me estás poniendo al mismo nivel.
RL: Si no querés contestarle, escuchalo y sos libre de lo que quieras- dijo el periodista que reemplazó a Santiago Del Moro en el ciclo, mientras se subía a un ascensor para hacer la nota con el productor.
"¡Está yendo a buscarlo!", gritó Federico, que no tenía un televisor para ver lo que ocurría del otro lado, cuando escuchó que Feudale tomaba la posta de la conducción. "¡No me respetás! ¡Quiero que me escuchen un segundo! Yo no soy nadie y estuve sin darle notas a Infama durante un año seguido. No quiero volver a pasar lo mismo y la verdad, venía con la mejor. Me voy a tener que ir", fueron las últimas palabras del actor de Tu cola me suena, justo cuando Lussich entraba en el camarín de Amestoy. "Quería escuchar su campana y que en todo caso él diga la suya, pero bueno… Si no se quiere quedar está en su derecho", se desahogó el periodista.
Tropezón televisivo de un clásico que no pasa de moda: Federico Bal, protagonista del primer móvil abandonado del año.