"El escribano labró el acta de impedimento de contacto y certificó en la puerta del domicilio que su ex no le responde los llamados para saber cómo se encuentran los nenes. Como testigos, declararon los guardias de seguridad del edificio de Puerto Madero".
La endeble tregua que habían logrado ayer Wanda Nara (27) y Maxi López (30) duró menos que un suspiro, ya que en las últimas horas la mediática se presentó furiosa en la casa del jugador de Sampdoria con un escribano. Hasta el domingo 22 junio, Maxi había acordado pasar sus vacaciones en Argentina con los tres hijos en común que tuvo con su ex, Valentino (5), Costantino (3) y Benedicto (2).
El problema se generó porque Wanda intentó comunicarse con los chicos sin éxito. Entonces, aconsejada por su abogada, Ana Rosenfeld, acudió al hogar del goleador surgido de las inferiores de River con un matriculado. Si bien es cierto que en el preciso instante en que Nara llegó, López no estaba presente, los nenes estaban al cuidado de una niñera de 60 años de la confianza del papá de los varoncitos.
Así y todo, el escribano labró el acta de impedimento de contacto y certificó en la puerta del domicilio que su ex no le responde los llamados para saber cómo se encuentran los nenes. Como testigos, declararon los guardias de seguridad del edificio de Puerto Madero.
"Wanda estaría preparando una nueva y dura ofensiva judicial contra el padre de sus hijos…"
En este contexto, quizá pasen desapercibidos los gestos de distención que ambos dieron. En el caso de Maxi López, saldando la deuda de dos meses que mantenía por la cuota alimentaria, y facilitando que los chicos obtengan los DNI para que tengan la ciudadanía, además de la italiana. Trámite que se realizó en el mismo registro civil de San Isidro donde la rubia se casó con Mauro Icardi.
A todo esto, a pesar de que Wanda Nara cedió al autorizar que Valentino, Costantino y Benedicto pasen sus vacaciones con Maxi, estaría preparando una nueva y dura ofensiva judicial contra el padre de sus hijos…