Lo que el miércoles era portazo y salida intempestiva, el jueves -larga reunión mediante- se convirtió en recapacitación, ofrecimiento de disculpas y "dale gas". Pero el "aquí no ha pasado nada" no encaja con lo ocurrido en las últimas horas. Y así lo reconoció el Negro Oscar González Oro, quien desde su Facebook oficial volvió a escribir un carta abierta, para anunciar que finalmente continuará al frente de El oro y el moro por Radio 10, tras evaluar seriamente la renuncia.
"Desde el primer día que entré a la emisora, 4 de enero de 1999, convivo con José Luis Rodríguez Pagano, director de Radio 10. Muchas veces hemos discutido por cuestiones profesionales pero nunca por cuestiones personales. Y ayer fue la primera vez que sentí bronca porque se mezclaron las dos cosas. Estoy por cumplir 62 años y no soporto que nadie me grite o me falte el respeto. Y ayer ocurrió. Y me enojé. Obviamente, pensé en dejar la radio. Quería renunciar".
El escándalo se había desatado tras conocerse los números de rating radiales del trimestre febrero-marzo-abril, en los que Jorge Lanata se impone claramente en la segunda mañana (con Lanata sin filtro, de 10 a 14) por radio Mitre, con 42,73 puntos de share (es el porcentaje de las radios encendidas en AM a esa hora), doblando en audiencia a El oro y el moro, que bajó a 20,98. Y acompañando a estos números, Mitre consolidó su liderazgo, tras más de una década de reinado de la 710.
En la noche del miércoles, González Oro sorprendió con un mensaje público en su perfil abierto de Facebook, en el que adelantaba: "Mi intuición me dice que tengo que tomar la decisión hoy". Y su desvinculación comenzó a sonar como una hipótesis fuerte. Sin embargo, el jueves al aire no dijo una palabra de esa "importante decisión" que tenía pensado tomar. Y el silencio de radio hizo más ruido que otra cosa.
Por eso, en medio de versiones, el periodista volvió a utilizar Facebook para aclarar todo lo ocurrido. A continuación, el texto completo:
Siempre, desde que tengo Facebook, pensé en esto como si fuera mi periódico, en el cual soy el director y el redactor también. Uno no siempre escribe desde el mismo estado de ánimo. Llevo 15 años en la radio. Soy parte de la radio, a la cual amo. Podría haberme ido a otras emisoras tan prestigiosas como la 10. Decidí quedarme por distintas razones. Una de ellas es que soy un animal de costumbres. Y después de tantos años conozco cada rincón del lugar donde trabajo. Y ya, a esta altura, me molesta cambiar hasta de habitat.
Conozco a todos los que trabajan conmigo desde hace mucho tiempo. Vivo con mucha intensidad y vivo por los afectos que me rodean. Soy intenso. Reclamo a los gritos, si es necesario, que me quieran, que me mimen, que me cuiden, que me protejan, que me contengan. Y ayer no fue un día de esos en que tuve todo lo que exijo. Y lo exijo porque lo doy.
Desde el primer día que entré en la emisora, 4 de enero de 1999, convivo con José Luis Rodríguez Pagano, director de la 10. Muchas veces hemos discutido por cuestiones profesionales pero nunca por cuestiones personales. Y ayer fue la primera vez que sentí bronca porque se mezclaron las dos cosas. Lo personal con lo profesional. Estoy por cumplir 62 años y no soporto que nadie me grite o me falte el respeto. Y ayer ocurrió. Y me enojé. Obviamente, pensé en dejar la radio en el día de hoy. Me quería ir. Quería renunciar. Cuando me senté en esta misma computadora a escribir lo que escribí ayer, lo hice desde la bronca y el dolor. Y por supuesto le pegué a todo el mundo que tiene que ver con el lugar donde trabajo.
"Tuve a mi equipo en vilo durante horas. Mil disculpas a todos. Con José Luis tuvimos una larga reunión y quedó todo aclarado. Desde la radio en los últimos tiempos critico la falta de diálogo entre los distintos sectores de poder y yo casi cometo el mismo error. No renuncio. Amo a la 10. Mi contrato está vigente y lo voy a cumplir hasta el último día. Pero no vivimos en una burbuja, hay tensiones en la política, en el deporte, en la calle, en la tele, en la gente y por supuesto también en la radio".
Como les dije antes, soy un tipo grande y no soporto ciertos maltratos. También debo reconocer que cuando uno escribe con bronca o enojado, la pagan justos por pecadores. Y eso no está bien. Tuve a mi equipo en vilo durante horas. Tuve a colegas, algunos amigos por cierto, esperando una respuesta mía. Los tuve a ustedes esperando esto que estoy contándoles. Mil disculpas a todos. Con José Luis tuvimos una larga reunión y quedó todo aclarado. Seguramente nos volveremos a reunir y a seguir aclarando todo lo que sea necesario. Desde la radio en los últimos tiempos critico la falta de diálogo entre los distintos sectores de poder y yo casi cometo el mismo error. No renuncio a la radio. Amo a la 10. Yo soy gran parte de esa radio. Crecimos juntos.
Repito: no renuncio a la radio. Mi contrato está vigente y lo voy a cumplir hasta el último día. Pero no vivimos en una burbuja, hay tensiones en la política, en el deporte, en la calle, en la tele, en la gente y por supuesto también en la radio. Me quedo convencido y como siempre dispuesto a defender mi lugar y mi dignidad. Voy a seguir tratando todos los días de hacer el mejor programa posible y voy a seguir pidiendo que me quieran. Todo lo que hice, hago y haré en mi vida, es para ser querido por los que están al lado mío y por ustedes en general. Y me gusta decirlo. Y me gusta pedirlo. No tengo vergüenza.
Si en el escrito de ayer le pegué un tiro por elevación a otros que no tienen nada que ver, también les pido disculpas. Mi padre me enseñó que esto, el hecho de pedir disculpas, me agranda, no me achica.
Por último, Pagano fue, es y será mi amigo estemos donde estemos. Estuvimos juntos en la muerte de nuestros padres, vi nacer a sus hijas, fui testigo de gran parte de su vida y él de la mía en los últimos 15 años. Somos pocos y tenemos que estar unidos, dando esta batalla diaria que significa hacer la mejor radio del país. A ustedes gracias por la enorme cantidad de mensajes que saturaron mi computadora. Gracias por quererme. Me hace bien.
Por último, éste es el único medio por el que voy a hablar. Gracias a los colegas por el interés. Si quieren, difundan todo lo que está escrito acá. Gracias.