"¿Cómo está Nazarena?", le pregunté a alguien muy cercano a la actriz, y la respuesta fue la previsible: "Nazarena está hecha mierda, y no encuentra consuelo".
La actriz se encuentra en estos momentos junto a sus hijos Bárbara y Thiago, en la casa de Zona Norte -en la provincia de Buenos Aires- que compró hace pocos días, y que fue la morada elegida para compartir con su familia, tras resolver el extenso conflicto con su ex Daniel Agostini.
Nazarena Vélez y Fabián Rodríguez venían desde 2013 sobrellevando varias crisis matrimoniales, y así lo conto Nazarena en febrero en BDV (Bien de Verano): "No estamos pasando por el mejor momento, pero no me voy a separar. Esto tiene que ver con que estamos las 24 horas juntos. Yo voy a 200 kilómetros por hora y él tiene otra forma. Yo estoy perseguida con un montón de cosas del teatro y de la tele, más allá de que me esté yendo bien. Cuando yo veo la tranquilidad de Fabián, un poco me altero. Te juro por Dios que no pasa más nada que esto".
De estas declaraciones ya pasaron más de un mes, y la historia real de lo transcurrido en esté transcurso sólo la conoce la pareja. Sin embargo, como todos los hechos impactantes que tienen como protagonistas a famosos, los mismos sirven como puntapié para el debate, la reflexión y el aporte de información concreta. Con la enfermedad del hijo de Nancy Pazos conocimos el Síndrome Urémico Hemolítico, con el infarto de Chiche Gelblung se informó sobre la prevención de estas afecciones coronarias, con el deceso de Jorge Ibáñez se profundizo en la muerte súbita, y lamentablemente ahora es el turno del suicidio.
Esta forma de terminar con la vida, figura entre las 20 causas de muerte más importantes a todas las edades a nivel mundial, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Cada año se suicidan casi un millón de personas (16 por cada 100 mil habitantes o una muerte cada 40 segundos). Las mayores tasas se han registrado entre los varones de edad avanzada. Y según los especialistas, los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo.
El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. Las investigaciones del organismo detallan que la zona de mayor riesgo (con tasas mayores a 13 de cada 100 mil habitantes) está integrada por Europa del Este y Europa Central. Mientras que nuestro país se ubica en la segunda franja de riesgo con 6.5 a 12 suicidios por cada 100 mil habitantes.
Entre las estrategias eficaces para prevenir el suicidio como, la OMS destaca la cobertura responsable de las noticias sobre suicidios en los medios. Así como también reconoce que los sociólogos y psiquiatras no se ponen de acuerdo hoy sobre la influencia real de la prensa en este tipo de conductas ni en el carácter epidémico de las mismas. Por eso, al no existir conclusiones científicas, lo único que podemos pedir es: PRUDENCIA.