Algunos países deciden desconectar voluntariamente determinadas áreas de internet, ya sea como sanción o como mecanismo de opresión a los ciudadanos en contextos de agitación social
Puede ser una guerra o en un sistema autoritario, lo que puede perjudicar al ecosistema global de internet, según expertos.
Este fenómeno recibe el nombre de ‘Splinternet’ y consiste, principalmente, en que las autoridades restringen el acceso a ciertas páginas web o servicios.
Pueden ser redes sociales, y suprimen la libre circulación de información.
Los expertos de DE-CIX han analizado cuáles son las implicaciones técnicas de este fenómeno y por qué es perjudicial para el ecosistema global de internet.
Actualmente existen unas 65.000 redes alrededor del mundo.
Redes que, al igual que los dispositivos, cuentan con identificadores asignados que les permiten tanto localizarse como comunicarse entre sí, empleando para ello un protocolo.
Estas redes son capaces, a su vez, de conocer qué otras redes tienen a su alcance, por lo que pueden establecer cuál es el itinerario por el que deben circular unos datos en concreto.
En este sentido, conviene recordar que en el internet público no es posible saber con seguridad qué ruta atravesarán los datos para llegar a su destino final.
De ahí que los puntos de intercambio de internet funcionen como un ‘hub’, esto es, que permiten que los datos viajen entre unas redes u otras.
Por tanto, si un país completo se desliga de esta red de caminos interconectados, se disminuyen las rutas posibles que pueden tener los datos.
De esta manera perjudica la estabilidad de internet, que comienza a necesitar redundancias para protegerse ante incidentes en la red.
PAÍSES QUE SE DESCONECTAN VOLUNTARIAMENTE
Si bien es cierto que se puede dar esta desconexión por una catástrofe natural, la situación también es peligrosa cuando un país decide cortar las conexiones con el mundo exterior.
En primer lugar, puede hacerlo bloqueando determinados dominios para que dejen de ser accesibles, lo que “no es muy efectivo”, según los expertos de DE-CIX, puesto que es sencillo de burlar.
Otra forma es el filtrado de ciertas direcciones IPs, de modo que los proveedores de servicios de Internet solo permiten la circulación de datos procedentes de dispositivos ubicados en ese país.
Finalmente, se sitúa la vía que emplea Corea del Norte, que fuerza a los proveedores de servicios de Internet para que impidan que los clientes privados accedan al sistema de enrutamiento.
De este modo, aísla a los ciudadanos, a pesar de que los dispositivos autorizados puedan seguir teniendo acceso completo a internet.
Los especialistas insisten en que, detrás de todo esto, la latencia es la gran perjudicada, puesto que cuando un país se desconecta voluntariamente de internet, esto también tiene gran impacto.
Fuente: EP.