Con la intención de desmitificar ciertas cuestiones y de naturalizar los avances tecnológicos en materia de fertilidad, más de una vez, Marisa Brel contó cómo fue haber elegido la subrogación de vientre en Estados Unidos para tener un segundo hijo.
Fiel a su esencia de periodista y comunicadora, Marisa no se perdió el debut de Pequeña Victoria, la nueva ficción de Telefe que trata el tema. La historia, protagonizada por Julieta Díaz, Inés Estévez, Natalie Pérez y Mariana Genesio Peña, gira alrededor de Victoria, una niña nacida por subrogación que tiene cuatro figuras maternas.
Indignada, Marisa se manifestó al respecto. "El mensaje que se le deja a la sociedad es importante. La vi ayer para ver cómo se manejaba el tema, y la verdad que me resulta fuerte, no creo que la siga viendo. Había muchas cosas de información que estaban mal", comenzó diciendo en diálogo con Por si las Moscas, por la Once Diez, .
"No creo que la siga viendo. Había muchas cosas de información que estaban mal".
Y aclaró: “Celebro que se toquen temas para que se naturalicen y desmitificar cuestiones, pero imaginate que si estoy desesperada por tener un hijo y voy a subrogar un vientre y veo en la novela que el contrato se puede deshacer, me da un miedo mortal”.
Además, se mostró totalmente en contra de la manera en la que se construye el personaje de la mamá subrogante. “A una mujer para ser mamá subrogante le hacen un montón de exámenes de cuerpo, de salud, psicológicos y psiquiátricos porque es muy fuerte gestar un hijo que no es tuyo". Y remarcó: "La madre no es una clienta, eso me hacía doler el estómago, es un tema muy sensible este”.
"La madre no es una clienta, eso me hacía doler el estómago".
Antes de cerrar, Marisa habló de su propia experiencia e hizo referencia a la mujer que gestó a su hijo. "Si no tienen una motivación más fuerte que el dinero, no lo hacen. Y, en mi caso, era una pareja que eran los dos muy religiosos y que tenían como misión poder ayudar a una pareja a tener un hijo. Una mujer que no fue madre no puede ser mamá sustituta. Tiene que haber sido mamá sí o sí, porque es psicológico... Es muy delicado el tema”, concluyó molesta.
¡Firme opinión!