La repentina separación de Laurita Fernández (27) y Federico Bal (28) primero causó sorpresa y luego generó todo tipo de versiones respecto de los motivos que precipitaron el final del noviazgo. A los rumores (desmentidos) de una tercera en discordia que surgieron el martes, este miércoles estalló con fuerza la versión de que la bailarina habría clonado el celular al actor, de manera que estaría informada de todo lo que conversaba su pareja.
Entonces, un móvil de Intrusos se apostó en la puerta de los estudios de la FM Vale, donde Laurita está al frente de Dale que Vale. Para comenzar, la protagonista de Sugar descartó una eventual infidelidad: “No tiene nada que ver alguien con la decisión que tomamos juntos”.
Acto seguido, se refirió al presunto hackeo al teléfono de Fede con un gesto adusto: “Si es necesario aclarar eso… Si me conocieran, sabrían de mi poca amistad con la tecnología. Así que no tiene nada que ver”. Luego, marcó una clara diferencia con separaciones anteriores: “En otro momento reconozco que me he separado por la bronca, la tristeza, la angustia que me generó como mujer. No he hablado, pero he dado a entender muchas cosas, porque en el fondo, yo quería que se sepan cosas que a mí me daban mucha bronca. Este no es el caso”.
“Hay mucho amor entre los dos. Lo que pasa es que tiene que ver con cosas que en su momento seguimos adelante, lo volvimos a intentar y quizá tapamos cosas que sucedieron. Una cree que puede seguir adelante o perdonar, y pasando el tiempo, corriendo los meses, te das cuenta que no es tan fácil”, sentenció.
“¡Ojalá supiese cómo clonar un teléfono! Me hubiese ahorrado muchas cosas en mi vida, durante mucho tiempo”, cerró Laurita Fernández con sarcasmo.