Esta no es la primera vez que Julián Weich expresa su postura crítica sobre la televisión. Meses atrás, en una charla con Por si las moscas, el conductor apuntó contra el rol de los panelistas. "La llegada de panelistas a la tele es como hacer una obra de teatro con extras y sin actores", dijo en ese entonces.
Y ahora, en el mismo ciclo de La Once Diez, Weich volvió a cuestionar a la TV argentina, deteniéndose en los programas como Intrusos o LAM.
“Se habla de otras personas buscando hacer daño y los que hacen la televisión no les importa. Los noticieros igual, los programas de espectáculos, los de chimentos. Las ficciones son las únicas que no tienen formato para hacer daño. Lo demás es ir a cualquier lado, a cualquier costo. Es ‘a ver a quién matamos hoy’”, aseguró.
“Se habla de otras personas buscando hacer daño y los que hacen la televisión no les importa. Los noticieros igual, los programas de espectáculos, los de chimentos".
“Entonces ahora duele, duele horrores, te lastiman”, dijo. Y siguió: “No entiendo el beneficio de esto, a veces algunas víctimas de esa exposición les gusta porque se hacen famosas y hablan de ellos. Pero en general, dañan”.
"Las ficciones son las únicas que no tienen formato para hacer daño. Lo demás es ir a cualquier lado, a cualquier costo. Es ‘a ver a quién matamos hoy’”.
En este sentido, señaló que lo que más le duele es que siente que “no hay un interés en hacer una televisión de calidad”. “Yo miro mucha tele y no entiendo cómo puede ser que el periodista hable peor que el convicto. Usar determinadas palabras en lugar de otras tiene que ver con una cuestión de buen gusto”, sumó.
Asimismo, se lamentó de que los canales “ya no tienen identidad”: “Antes había una competencia para que los canales se diferencien entre sí con distintas características. Ahora son una oferta más de la grilla”.
“Antes había una competencia para que los canales se diferencien entre sí con distintas características. Ahora son una oferta más de la grilla”.
“Pero la frase más fea que escucho sobre la televisión es ‘es lo que la gente quiere ver’, ese es el diploma a la mediocridad”, cerró, lapidario.