Un día muy movilizante se vivió en Dolores en el segundo día de la lectura de los alegatos contra los rugbiers en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Los acusados tuvieron la oportunidad de hablar, se repitieron las disculpas y al que se lo vio más más afectado, llorando, fue Máximo Thomsen, señalado de ser quien le dio la patada que terminó con la vida del joven.
“Bueno, primero antes que nada, quería pedir disculpas a la familia y a todas las personas que fueron afectadas. Jamás hubiese pensado que algo así podía llegar a pasar”, arrancó diciendo, roto en llanto.
“Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad y jamás tuvimos la intención de algo así”, señaló, mientras hacía una pausa, superado por la emoción en la misma sala donde se encontraban Graciela Sosa y Silvino Báez, padre del estudiante de 20 años.
"Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad y jamás tuvimos la intención de algo así".
MÁXIMO THOMSEN LLORÓ EN EL JUICIO A FERNANDO BÁEZ SOSA
“Quiero pedir disculpas y sé que a veces las disculpas no alcanzan”, lanzó, superado por la angustia.
“Ojalá pudiésemos volver el tiempo atrás y revertir todo esto, pero no lo podemos hacer y no nos queda otra cosa que pedir disculpas”, se dirigió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
“Estoy muy arrepentido y gracias por darme este espacio. Siempre vamos a acatar lo que ustedes decidan. Gracias”, concluyó, mientras tomaban la palabra el resto de los acusados.