Un momento muy emotivo se vivió en PH, Podemos hablar, el ciclo de , fuera de la mesa de invitados que tiene cada sábado. En la última emisión estuvo allí Fernando “El Negro” Cáceres, el exfutbolista que supo jugar en Boca, River, equipos europeos e incluso la Selección Argentina. En un robo en 2009, el exdeportista recibió un balazo en la cabeza que le hizo perder un ojo y lo dejó en silla de ruedas. De espíritu inquebrantable, Cáceres logró sobreponerse gracias al fútbol.
Andy: "Si me dieras pena no lloraría. Me da admiración, emoción. Sos un tipo con una entereza increíble y una fuerza impresionante. Es un tipo que me enseña lo que es la vida".
“Estoy muy contento de que estés acá, para mí es un honor y un orgullo muy grande tenerte acá en PH”, arrancó diciendo Andy, ya emocionado y con la voz entrecortada. “Fernando me da mucha emoción”, siguió, mientras la voz se le quebraba. “Si decís ‘me da mucha pena’, te mato”, lo pinchó Cáceres. “Mirá que yo entrevisto mucha gente, pero si me dieras pena no lloraría. Me da admiración, me da emoción. Sos un tipo con una entereza increíble y una fuerza impresionante. Es un tipo que me enseña lo que es la vida y por eso lo quería traer acá” , aseguró Andy, sobre su sensibilidad.
"El fútbol es lo que me mantiene vivo, son las ganas de saber que estoy haciendo algo por alguien para que disfrute de lo que yo disfruté".
“El 1 de noviembre de 2009. Era una noche de lluvia, volvía de cenar y nunca llegué a casa. Bah, llegué unos cuantos años después. Regresé a mi casa en 2012. Fue la salida más larga que tuve en mi vida”, recordó el exfutbolista sobre el día que cambiaría toda su vida para siempre. Hoy dirige Fernando Cáceres Fútbol Club, un club en La Matanza con el que busca contener a los chicos de bajos recursos en el deporte. “El fútbol es lo que me mantiene vivo, son las ganas de saber que estoy haciendo algo por alguien para que disfrute de lo que yo disfruté porque yo también jugué desde chico. Poder darle a los chicos que quieren el fútbol la oportunidad me pone contento”, explicó.
Según contó El Negro Cáceres, sus atacantes eran menores y hoy continúan detenidos. “Yo tuve la intención de verlos. Hablé con mi abogado a ver si podíamos ir a verlos y no me dejaron”, reveló, y enfatizó en cómo a pesar de todo logró perdonar a sus victimarios. “Desde que apretaron el gatillo, están perdonados. No tengo rencor con ellos, odio, bronca, ni nada. El final de mi vida lo decido yo, no ellos. Ellos se equivocaron, se equivocaron mal y ahora el que decide mi final soy yo que tengo la oportunidad de darle cosas a los chicos que también se pueden equivocar. Yo voy a intentar que no se equivoquen, que vean que pueden hacer cosas buenas desde el lado del fútbol, que es lo que sé hacer”, remarcó.