Sin famosos alrededor y con un sorpresivo bajo perfil, Susana Giménez celebró la llegada de sus 67 años con sus amigos más íntimos.
La conductora paso el día junto a su hija Mecha y sus nietos Manuel y Lucía. Luego, pasado el mediodía, la rubia tuvo cita con la peluquería y así quedar divina para la noche. “Siempre lo hace los días de su cumpleaños”, aseguraron sus allegados a Perfil.com.
Carlos Di Doménico, amigo y diseñador de la diva, anticipó: “No va a ser nada grandioso, este año quiere pasarla con los suyos y en paz”.
A las 16 llegó un auto de una empresa que se dedica a entregar a domicilio regalos florales con un ramo para Susana. “Encargaron unas orquídeas amarillas, las que a ella le gusta. No te puedo contar quién es, pero no es una persona conocida”, contaron desde la casa de flores.
Entre las visitas, Susana recibió al dueño del hotel Conrad Jorge Serna. El gran faltazo fue el de su amiga Teté Custarot, quien compartió varios momentos con la rubia este verano, pero que por cuestiones laborales no pudo asistir a la chacra de la diva en Punta del Este.
Lo cierto es que, este año Susana eligió el bajo perfil. El año pasado, la rubia pasó sus 66 en Miami con una cena celebrada en el restaurante Casa Tua, ubicado en Miami Beach.
Fuente: Perfil.com