Un nuevo reporte del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York reveló otra verdad incómoda que nada tiene que ver con el derretimiento de los hielos: cuando se trata de sexo anal, las mujeres se olvidan de usar el forro. O, más probablemente, ni siquiera lo piensan. Sólo el 23 por ciento de las neoyorkinas lo usan para estos menesteres.
En cambio la comunidad gay resultó mucho más responsable. El 60 por ciento de los homosexuales se pone un preservativo para practicar el sexo anal.
Lo cierto es que no hay muchos sorprendidos al respecto. Parece que las campañas vinculadas a la posibilidad de contagios de enfermedades de transmisión sexual machacó y machacó en la comunidad gay. Y tuvo sus frutos.
En cambio para las chicas heterosexuales las lecciones pasan más por cómo evitar un embarazo y otras precauciones vinculadas al sexo vaginal. Sin embargo, y este "sin embargo" es una especie de salto al vacío, el sexo anal sigue siendo tabú en la educación sexual de los heterosexuales. Nadie dice nada al respecto y, como "la puerta de atrás" es una maravillosa manera de relajarse ante posibles embarazos, muchos se relajan demasiado y no toman ninguna clase de precaución.
Lo cierto es que las posibilidades de contraer HIV y cualquier enfermedad de transmisión sexual, sexo anal mediante, son más altas que a través de relaciones vaginales. Más precisamente: el sexo anal es 30 veces más riesgoso que el vaginal.
Todo esto viene acompañado de nuevas estadísticas que indican que el sexo anal es cada vez más popular entre parejas heterosexuales y sobre todo jóvenes.
Y eso forma parte de un fenómeno peculiar. Muchos consideran que el sexo oral y el sexo anal no son "sexo sexo". No se bien qué creerán, pero al no asumir que lo que están haciendo es "sexo sexo", no asumen tampoco los riesgos que vienen asociados al "sexo sexo" y es una de las razones por las que se cree que muchos ni siquiera piensan en la posibilidad de usar protección en estos casos.
Para los gays, claro, el sexo anal es "sexo sexo" y si van a usar protección en algún momento, seguramente será precisamente en ese.
El número de la verdad es que casi el 80 por ciento de las mujeres, al menos las de Nueva York, no usan preservativo cuando tienen sexo anal. Vaya si una definición de "sexo sexo" puede hacer diferencias. Y vaya si los tabúes y las taras a la hora de hablar claro tienen su precio.