Ayurveda es una ciencia milenaria. Tiene su raíz en dos vocablos sánscritos y significa la "ciencia de la vida". Muy popular en la India, se sirve de las hierbas, la comida sana y, sobre todo, de una actitud positiva para encarar las dolencias, haciendo especial énfasis en la prevención de las enfermedades. Reconocida por la OMS como un sistema médico científico bien organizado, con metas y objetivos claramente definidos para la prevención y el tratamiento de diferentes enfermedades, según esta disciplina los seres humanos estamos compuestos de tres energías vitales primarias, denominadas doshas.
Estas tres energías son: vata , pitta y kapha . Según cuál de las tres categorías predomine en la persona, será su constitución, su peso, carácter, temperatura corporal, tipo de piel, y por lo tanto, deberá ingerir determinados tipos de verduras, frutas, semillas, carnes. Cada uno de estos 3 tipos rinde más y estará más saludable si respeta su constitución vital. De ahí que aunque a lo mejor la lechuga es un alimento muy saludable, no a todas las personas les cae bien al organismo, lo mismo con el tomate, y todos los demás alimentos. Según la categoría que tenga predominancia en nosotros, habrá alimentos y rutinas que nos harán mejor o peor.
En su libro "Ayuverda, la guía definitiva", de Editorial Obelisco, la herbolaria reconocida a nivel mundial, Candis Cantín Packard, nos brinda un simple cuestionario para saber a cuál de estas 3 categorías pertenecemos, y luego, a partir de los resultados, nos aclara los alimentos, ejercicios y prácticas indicados para cada uno. También nos da algunas recetas y remedios hechos con hierbas para las enfermedades más comunes como trastornos digestivos, resfriados o gripes, fatiga y agotamiento nervioso, entre otros, ya que cuando nuestros doshas se desequilibran debido a malos hábitos (mala alimentación, estrés, etc.), se desarrollan las enfermedades.
El principio orientador de la ayurveda, es que la mente ejerce en el cuerpo una gran influencia, y vernos libres de enfermedad depende de que nos pongamos en contacto con nuestra propia consciencia, poniéndola en equilibrio para después, poner en equilibrio a nuestro cuerpo.