Katy Perry confesó que, desde pequeña, le rezaba a dios para pedirle unos pechos grandes. La cantante de I Kissed A Girl , de 24 años (que ahora tiene una talla de corpiño considerable), recordó cómo de pequeña le preocupaba el tamaño de su busto.
"Me acuerdo de forma muy vívida ponerme de rodillas en mi cama cuando tenía nueve años, decirle mis plegarias y pedirle a dios que me diera unas tetas tan grandes que si me cayera de espaldas no pudiera verme los pies. Finalmente, mis súplicas fueron escuchadas. ¡Un poco de intervención divina pone en marcha el poder de las oraciones!".
Pero un gran pecho conlleva una gran responsabilidad y Perry ensaya diariamente su saltos para controlar que su busto no le salga de la ropa. "Cada vez que me subo al escenario, o voy donde sea y sé que hay fotógrafos, agarro una cuerda de saltar y me paso 10 minutos, totalmente vestida, saltando. Parezco Rocky. ésta es la única forma de la que me puedo asegurar de que todo esté perfectamente en su sitio y no tenga ningún incidente con la ropa. No quiero que estos cántaros hagan un espectáculo ellos solos".