¿Contratarías los servicios de alguien que te dice qué ponerte, cómo conversar y qué actitud tener para gustar más al sexo opuesto?
¿Anda solitario? ¿se siente rechazado? ¿no sabe cómo hacer para tener una salida exitosa con el sexo opuesto? ¿no sabe a dónde tiene que ir para conocer a alguien? ¿no sabe cómo vestirse para salir a conquistar? Tal vez su caso sea el indicado para un asesor de citas...
Dicen que el fenómeno explotó en Estados Unidos, en 2005, cuando Hitch, especialista en seducción, interpretado por Will Smith, le encendió la lamparita a más de uno en la butaca del cine. Poco después, el asesor de citas se convertía en una nueva especialidad. Entre el psicólogo y el asesor de imagen, los nuevos dating coaches, te analizan desde la conversación hasta los defectos. Te explican cómo dar un abrazo de la manera apropiada, te obligan a limpiar tu casa si resulta desagradable para las visitas y hasta te avisan si te hace falta depilarte el bigote. Osea, todas las recomendaciones necesarias para salir al ruedo y a ganar.
Algunos se especializan en el levante por Internet, y entonces te ayudan a hacerte unas bonitas fotos y mejorar tu perfil en el sitio de citas que más te guste, de manera que resultes más atractivo y además estés bien orientado hacia el tipo de persona y relación que andás buscando. Otros vienen un fin de semana y te arman un programa shocking súper rápido y te dejan hecho un bombón. Los que más cobran son los que se pasan meses a tu lado, investigándote en profundidad y aportando a tu crecimiento socio-seductor paso a paso.
n mi recorrida internética me impresionó el caso de una mujer norteamericana que leyó más de tres docenas de libros de autoayuda para lograr concretar exitosamente lo que en criollo llamamos un levante. Bueno, ella dice que ni toda la información que obtuvo de esos libros, ni todos los consejos de sus amigos mejor intencionados pudieron, en su momento, ayudarla a conseguir un hombre para salir a cenar y ver qué onda. Así que recurrió a una de estas asesoras y logró, no solamente conseguirse una cita con un abogado, sino llevárselo al altar. El secreto fue que anduvo de salidas con su asesora, que le iba tirando tips, mientras la veía en acción. Pero además, la ¿terapia? la ayudó a romper con el círculo de boliches que la ponían nerviosa y le hizo ver que un curso de cocina, o de astrología, bien podía ser una oportunidad para conocer y seducir a un hombre.
Es interesante. A mí se me ocurre que si andamos un poco cortos de efectivo como para contratar los servicios de un profesional, bien podemos recurrir a una solución más amateur (y baratita). Un amigo, que lo hace gratis ¿no? Tendría que ser uno piola, que se comprometa a decirnos la verdad sin arrugar. Alguien capaz de decirte que te saques esos pelos que te asoman por la nariz o que dejes de reírte como un energúmeno cuando se te acerca una mujer que te gusta.
¿Hay momentos en los que hace falta pedir ayuda? ¿es cada vez más difícil encontrar a alguien con quien salir e iniciar una relación?
Fuente: MSNBC
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