Reunión de mujeres, una vez más. Las mismas del otro día: Tatiana, Dolores y Vanesa. Esta vez, Tatiana llegó con la inquietud de querer comprar un vibrador, herramienta que nunca tuvo ni usó. Y frente a la enormísima oferta de los sex shops, no sabe qué elegir.
Afortunadamente, al otro lado de la mesa, tenemos a una experta. Dolores sabe todo, todo, todo sobre vibradores, consoladores y juguetes en general. "Primero tenés que saber para qué lo vas a usar", dijo Dolores. Tatiana me miró a mí como diciendo a esta mina se le soltó un cablecito. Dolores no se dejó amedrentar y siguió con tono de maestra ciruela: "algunos están diseñados para estimular el clítoris, otros se adaptan mejor al interior de la vagina.
Tenés los que vienen con un motorcito y vibran, osea vibradores y los que no tienen motor, osea, consoladores o dildos. Ahí ya tenés cuatro opciones.Tatiana quiere uno que vibre. "Ok, tenés chiquitos o grandes. Los chiquitos se parecen más a un dedo que acaricia y con los grandes, tenés que tener cuidado, porque algunos son demasiado grandes".
Tatiana empezó a revolear los ojos en diferentes direcciones. Vanesa habló por ella "A mí me parece que si lo vas a usar con tu pareja, mejor uno chiquito. Que no parezca que querés hacerle la competencia a él con el vibrador", dijo Vanesa, siempre atenta a la sensibilidad masculina. Dolores opina en cambio que no hay que comprar un consolador pensando en la pareja. "Son aparatos para nuestra exclusiva satisfacción egoísta", definió.
Otro tip: los hay de gelatina (gelly) o de plástico. Los primeros tienen una textura y una consistencia más parecida a la piel, los segundos... son de plástico.
Y existe todo un género de consoladores "realistas", mientras que por el otro lado están otros que no se parecen a nada y son algo así como coloridos objetos de diseño. "Creo que sigo sin saber", dudó Tatiana. Así que, ni lerda ni perezosa, Dolores impulsó: "vamos". A dónde pregunté yo. "A comprar el vibrador de Tati", contestó.
"Acá cerca hay un lugar que tienen de todo". Y ahí fuimos, pero sobre la juguetería les cuento otro día. ¿Cómo elegís tus juguetes sexuales? ¿es una decisión meditada o se trata de amor a primera vista? ¿preferís que te los regalen?.