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El velocista más rápido del mundo, el jamaiquino Usain Bolt, medalla dorada y record mundial en Beijing 2008, fumó marihuana de chico, según su propia confesión. "En mi país, cuando eres niño aprendes a armar porros (sic), todos prueban marihuana y yo también lo hice cuando era muy joven", dijo.

"Nadie en mi familia ni entre mis familiares fuma, y dejé de ir a las personas que fuman", aclaró inmediatamente el tricampeón olímpico de Beijing (100m, 200m y 4X100 relevos). Bolt, de 22 años, aseguró luego que "la gente puede decir lo que quiera" sobre si compitió dopado en Beijing, "pero sé que estoy limpio. No me importa lo que digan. Me sometí a muchos controles, entre 30 y 40 en el año de los Juegos Olímpicos ".

"Mi principal objetivo es convertirme en una leyenda del atletismo", explicó el jamaicano, quien desea revitalizar este deporte y redefinir los límites de la velocidad.

Usain ha embolsado ya una pequeña fortuna. Para contar con él en una reunión de atletismo hay que pagar, por ejemplo, 250.000 dólares. Su contrato con Puma le reporta 1.500.000 de dólares y además tiene como patrocinadores a la marca de bebidas energéticas Gatorade y a la compañía telefónica caribeña Digicel, que le aporta otros 3.000.000 de dólares anuales.

La fama ganada en los Juegos Olímpicos de Pekín obliga a Bolt a viajar acompañado de dos agentes de policía, para protegerlo de los aficionados más que por estrictas razones de seguridad, según uno de sus guardaespaldas.

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