"Pergolini versus Tinelli".
Tenía ganas de conmoverme con esto. Les juro. Ganas tenía. Hice lo posible. Pero no. No pude. Quería poner una expresión de sorpresa frente al espejo. Y nada. Ensayé y ensayé una mínima sonrisa por tanta ironía desplegada. Pero no. Me salió un cachivache. A ver... a ver... les pido ayuda con el título:
"Pergolini versus Tinelli, otra vez".
No, no me gusta.
Sigan pensando.
¿Qué pasó? ¿Volví a escribir lo mismo que en el 92? ¿Tengo un ataque vintage? ¿Estoy editando la página del Canal Retro? ¿Me falta creatividad? ¿No tengo noticias? ¿Qué me pasó? Un torre total.
"Pergolini versus Tinelli, again".
Es que esta vez, Mario volvió a buscar a Marcelo. No fue a la puerta de la casa de Tinelli con una ametralladora para terminar con tanta saña. No. Lo hizo arrinconado. Pero arrinconado por un micrófono en su propia radio. Así cualquiera. Machos eran los de antes, diría mi abuela.
Dijo esto. Anoten para ponerlo en alguna de las dos biografías. "¿Quién le sacará más plata a Marcelo: Paula o San Lorenzo?". Uy, sí, eso preguntó. Uy. Uy. Uy. La cosa es que Pergolini, después de haber sido desbancado por una morocha que lo corrió definitivamente de su púlpito, terminó elevando su ego nuevamente. Como pudo.
Ya lo conocemos: es un nene malo envuelto en un cuerpo de adulto -también malo- que se mete con alguien igual que él pero que parece un poco menos cizañero.
Pelea de niños que se miden los penecitos.
Pelea de esos ex novios que todos queremos ver.
Pelea de ex novios que a los periodistas nos conviene siempre -y lamentablemente-.
¿No tenemos todos la culpa?
"Pergolini versus Tinelli".
Pelea ancestral de dos poderosos de los medios que, después de la curiosidad, genera molestia en nosotros, pobres comunes.
Por vieja.
Por patética.
Por pelotuda.