Deprimido por un desencuentro sentimental, el delantero Adriano (alias "El Emperador") decidió refugiarse en una de las favelas más duras de Río Janeiro, donde _aseguran en su entorno_ le dan la contención que no tiene en las cercanías de su equipo, el Inter de Milan.
Amigo de delincuentes que lo idolatran, Adriano no da señales de vida a los infinitos llamados que llegan desde Italia, donde piden a gritos que se reintegre a los entrenamientos. Mientras, llora las penas del desencanto amoroso, rodeado de sus verdaderos amigos en su reducto de siempre, Vila Cruzeiro, ahí donde la vida se puede perder en una discusión ocasional.
Pero es "el lugar en el mundo" del atacante de la selección brasileña. Su presencia en la violenta comunidad de la zona norte de Río controlada por narcotraficantes de la organización criminal Comando Rojo, no era un secreto para la policía carioca que optó por no interferir. "Adriano es un ídolo en esa comunidad y es una referencia para todos. Sabemos que él estaba triste a raíz de un problema sentimental y fue allá para buscar consuelo", dijo el jefe de la Delegación Antisecuestro de la policía de Río, Marcos Reimao.
Según Reimao, durante las 72 horas en que permaneció en la comunidad donde nació, Adriano sostuvo contactos con el jefe del narcotráfico local, Paulo Rogerio de Souza Paz, alias "Mica", y estuvo en una fiesta con música "funk" en la que participaron delincuentes armados.
Sin embargo, aseguró que eso no significa que el jugador tenga nexos con drogas. Según el policía, esos delincuentes son sus amigos de la infancia. Por eso, la policía optó por no intervenir. "Aunque su conducta no llega a ser una maravilla, él se merece nuestro respeto. No tenemos nada que compruebe el uso de drogas. Adriano ya jugó por nuestro país, ya se le realizó varias pruebas antidoping y se merece nuestro respeto", precisó Reimao.
¿Qué será del futuro de Adriano? Un misterio, por estas horas. En el Inter, por lo pronto, ya están cansados de sus "descuidos". El representante del jugador, el ex arquero Gilmar Rinaldi, informó que "ahora está ahora en la casa de su madre, donde permanecerá por una semana más, y recién después volverá a Italia para explicar su retraso." Mourinho, el técnico del Inter, lo espera furioso y con el cuchillo entre los dientes.
Del tema también habló Dunga, el entrenador de la selección brasileña: "Por ahora estoy tranquilo. Espero que vuelva a jugar y que todo funcione. Mourinho apuesta por Adriano, así como el presidente del Inter. A mí lo que me preocupa es verlo bien".
A fines de 2007, tras pasar varios meses en medio de la depresión y el alcoholismo, Adriano volvió a Brasil para someterse a un tratamiento de recuperación en las dependencias del club San Pablo, que lo aprovechó en sus filas hasta julio del año pasado, cuando expiró el período de préstamo acordado con el Inter de Milán. Luego, sin embargo, estalló una nueva crisis, y el brasileño fue multado con 150.000 euros (203.000 dólares), por no reintegrarse en fecha tras la pausa en la Liga italiana.