Cada uno elige cómo vivir, pero no todos pueden elegir cómo morir. No es el caso de Jade Goody, ex participante de "Gran hermano" y conocida como la persona más mediática del Reino Unido: víctima de un cáncer terminal, decidió hacer un reality show con su muerte.
Desde que hace siete años conoció la fama en la versión inglesa de "Gran hermano", Jade supo que había nacido para estar frente a las cámaras. Desprejuiciada, abierta y por sobre todas las cosas polémicas, mostró todo de si en televisión.
Cuando los médicos le diagnosticaron un cáncer, la ex "Gran hermano" decidió mostrar su recuperación en un nuevo programa televisivo, pero cuando los médicos le informaron que ya no había esperanzas, vendió los derechos de su muerte para pasar los últimos instantes en este mundo frente a todo aquel que quiera acompañarla a través de la pantalla.
Ante los que la critican por su decisión, Goody afirma que quiere dejarle una buena suma de dinero a sus hijos, que quedarán huérfanos de madre a una muy corta edad. "Me gustaría que Dios me explicara por qué no me ha dado más tiempo para estar con ellos", recrimina Goody cuando la critican por sus acciones.
Pero los escándalos y las polémicas siempre acompañaron a Jade en su carrera (fugaz, maratónica e histórica) televisiva: en la casa de "Gran hermano" fue la responsable de agredir con insultos racistas a una compañera de India.
Dime cómo vives y te diré como mueres. Una premisa que Jade Goody seguirá al pie de la letra hasta su último respiro.