La mesa de Mirtha Legrand se transformó en un mini ring de box. Los protagonistas de tamaña discusión fueron ni mas ni menos que el intruso Luis Ventura y el productor y jurado de Bailando por un sueño Gerardo Sofovich.
Todo empezó cuando el periodista puso en tela de juicio el accionar del jurado, ya que cinco de las finalistas son contratadas de Sofovich. La producción de la señora, ni lenta ni perezosa, le propuso al productor un contacto telefónico, él aceptó.
"Luis Ventura es un difamador profesional de mi persona", dijo Gerardo refiriéndose al flamante director técnico del Porvenir y aseguró que si cinco de las finalistas forman parte de su staff, es porque él es el mayor productor de trabajo en el ambiente artístico: "Nunca he influido para salvar a nadie", concluyó.
El periodista le preguntó cuál era la diferencia que tenía con él, Sofovich sólo se limitó a contestarle: "Vos nunca tuviste ninguna importancia". Luego le dijo a la Legrand: "Chiquita por favor, para mi no tiene autoridad moral así que no voy a discutir con esta persona". Fulminante y enojado. Ventura optó por no perder la compostura y prefirió no contestar sus dichos. Fuerte.