Antonio Cassano, figura en varios de los clubes poderosos de Europa, a los 26 años se anticipó a escribir sus memorias. Cuenta anécdotas desopilantes y se define, entre otras cosas, como un tanito picaflor: "Tuve entre 600 y 700 mujeres, aunque sólo 4 novias".
Antonio Cassano, cómo decirlo... es un jugador de fútbol poco convencional. Divertido, extravagante, polémico. Algo juerguista, también. De todo un poco este muchacho de 26 años que pasó, entre otros clubes, por la Roma, el Real Madrid y actualmente se gana la vida (muy bien, digamos) en el Sampdoria También tuvo buenas actuaciones en la Selección italiana. Pero parece que el tipo quiere pasar a la posteridad no por su currículum exitoso sino por sus "actividades extradeportivas."
Sabido es que le gustan las noches largas y las mujeres guapas, aceptó que el periodista amigo Pierluigi Pardo se pusiera a tipear la verdad de su alocada vida. Y de esas largas charlas (nocturnas, claro) salió un atrapante libro titulado "Lo digo todo", que todavía no está a la venta y sin embargo ya son comidilla del ambiente las aventuras de este "tanito picaflor".
Cuenta, algo agrandado, que por su alcoba pasaron entre 600 ó 700 mujeres. "He tenido cuatro novias en 11 años. Para compensarlo enfrenté alguna que otra aventura. Digamos que entre 600 y 700 mujeres, una veintena de las cuales pertenecen al mundo del espectáculo. Y no he tenido jamás un gatillazo (sic)", relata.
Anécdotas al por mayor alimentan un libro prometedor en serio. Da detalles de la pelea que tuvo con el duro Fabio Capello, a quien trató -ignorando los pergaminos del técnico- de ser "más falso que el dinero del Monopoly" .
No ocultó el pasado tormentoso que vivió: "Muchas personas que conozco han acabado en la mafia". Y se refiere, puntualmente, a la Sacra Corona, la organización criminal de Bari, su ciudad. "Con frecuencia había tiros, coches de la policía, ambulancias. Era pobre, sí, pero debo precisar que jamás he trabajado. Entre otras cosas porque no sé hacer nada. Hasta ahora he vivido 17 años como un desgraciado y nueve en plan millonario. Me faltan todavía otros ocho años para empatar".
Chispeante , reveló que tuvo grandes actuaciones futboleras después de haber lidiado en las madrugadas previas con bellas señoritas: "Ahí está el Roma-Juve que acabó 4-0, en febrero de 2004. Ese día marqué dos goles. Pues la noche anterior me acosté a las seis de la mañana, y la pasé con una de las muchas amigas que tenía en aquella época." Y reveló el gustito que le tenía a las concentraciones: "Era más fácil. Nos metían en un hotel, a todos en la misma planta, así que en el piso de abajo o de arriba podía meter a quien me diera la gana y pasar a hacerle una visita en mitad de la noche. Había un camarero que era mi amigo. Su misión era traerme tres o cuatro cruasanes después de haber cogido. Me traía los cruasanes a la escalera, yo acompañaba a la misma a la chica de turno y hacíamos el intercambio: él se llevaba a la tipa y yo me devoraba los cruasanes. Sexo y comida, la noche perfecta".
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