El adagio de novela tiene un tempo lento para que los bailarines se luzcan en los detalles. Al cabo de las dos galas, anoche hubo duelo con siete parejas. El jurado terminó salvando a las parejas de Mónica Farro, Matías Alé, Eunice Castro, María Fernanda Callejón y Marixa Balli. El público, finalmente, eligió que La Tota se quede (por el 50.3 % de los votos) y eliminó a Mariana de Melo.
Esta vez hubo mensajes grabados de los familiares para cada uno de los participantes. A Eunice Castro discreción y perfil bajo la hicieron llorar. La Tota también lloró cuando en cámara apareció su hijo. Y hubo más lágrimas para la Callejón. Matías Alé amagó con moquear antes de ver lo que le tenían preparado y cuando mamá le dijo "Sos lo más", lloró.
A Mariana de Melo, que se recuperó de un terrible accidente de tránsito, le organizaron una suerte de Sorpresa y media. Video y seis de los ochos hermanos que fueron a verla. "Si yo puede salir de la muerte, por qué no bailar, por qué no ayudar..."
La noche había empezado antes, con Tinelli re-caliente por la derrota de San Lorenzo. El clásico continuó en estudios junto a Larry de Clay, "Yo, gordo, lo único que voy a decir es que nosotros fuimos y adherimos a los que ustedes nos estaban pidiendo" (?), dijo Tinelli. Y, mitad en broma, mitad en serio: "No estoy bien, no me banco jodas tengo poco tiempo". Larry de Clay, bostero mediático, sacó su larga ristra de chistontos. Quince largos minutos de gaste y humor de salón.
En la apertura de la ronda de adagio de novela, la semana pasada, Valeria Lynch inauguró el ritmo cantando Me das cada día más. Después llegaron las coreografías y, en este caso, la producción pidió que, para las performances, se sumara un elemento extra. Carolina Pampita Ardohain y Nicolás Armengol 27 puntos, lo mejor del lunes anterior utilizaron una mesa. Mónica Farro y Nicolás Sciliama, no. Ellos 23 puntos armaron la rutina arriba de una escalera. Jésica Cirio y Gabriel Usandivaras (26 puntos) eligieron un sillón de dos cuerpos. Metidos otra vez en la discusión de batirse a duelo, la inexpugnable Tota Santillán y Virginia Dobrich se habían servido de una silla para obtener pobres 19 puntitos.