Sin importar la hora ni el canal, ya sea como invitado en "Mañanas informales" o "Resumiendo" o desde su columna habitual de "RSM", Coco siempre explica qué hace y cómo debe comportarse un macho hecho y derecho.
El macho estereotipo que Coco construyó es una persona que, sin dejar de ser simpático, debe actuar siempre con una actitud varonil. Medio conservador, renegado, protestón y bastante intolerante, el macho de Coco no discrimina a los gay, sino a los que tienen "actitudes mariconas".
Lo que este personaje ataca son a los modernosos que hacen un culto a lo efímero y que se prende en todas las modas habidas y por haber.
Según sus propias palabras, Palermo Hollywood es la meca de estos exponentes, y a donde quiera que vaya protesta contra los floggers, el grupo Babasónico, las modelos anoréxicas, los metrosexuales, los amanerados, los que pasan mucho tiempo frente al espejo, los que miran polo en lugar de fútbol, los que comen sushi, los chetos y demás modelos o tribus que no encajen en el canon macho-futbolista-renegado-gritón.
Ahora, Coco está condenado de por vida a sostener los principios de su personaje. En radio, en tele o en teatro, Coco es el macho a seguir, aunque muchas veces sea tomado como modelo de todos los neo machistas y neo misóginos que no encuentran un modelo retrógrado para seguir. Divertido es.