Concha Buika nació en Palma de Mallorca, es hija de padres africanos, y en sus canciones conviven el jazz, el flamenco y las coplas. Este sábado dará su primer show en nuestro país.
Hija de africanos exiliados, se crió en un barrio gitano de Palma de Mallorca. Allí fue conociendo e incorporando los diferentes ritmos como el jazz, el blues, el flamenco, el hip hop y la copla. Acaba de editar su tercer disco "Niña de fuego", que presentará este sábado 27 de septiembre en el ND Ateneo (Paraguay 918).
Buika es una artista muy especial, en varios sentidos: en su forma de cantar, de sentir la música y de interpretarla, y en su forma de vivir y ver el mundo. Una persona que vale la pena conocer.
En la charla que la cantante mantuvo con Ciudad Internet nos contó cómo fueron sus comienzos en la música. Resulta que un día llamó a su casa una tía que se ganaba la vida cantando en los hoteles. Esta tía le contó a la mamá de Buika que le habían pedido un grupo de blues para ir a tocar al hotel. "¿No tienes alguna hija que cante?", le preguntó la tía. "Y mi madre le habló de mí. Pero cuando me lo comentó yo le dije que no quería, porque a mí me habían echado del coro del colegio porque decían que cantando parecía un papagayo. Pero entonces mi tía le dijo a mi madre que si me animaba me pagarían diez mil pesetas. Y ahí sí que acepté", cuenta riendo Buika. A partir de entonces no paró de cantar. Incluso hasta llegó a trabajar en casinos y hoteles de Las Vegas, Estados Unidos, imitando a Tina Turner, con peluca incluida.
Para Buika, comenzar de chica a adentrarse en el mundo de la música no tuvo que ver con una cuestión de gustos. "No es que te guste o no te guste, es una realidad a la que despiertas, ¿sabes? Como la del paladar, la del sexo. El canto es una de las realidades en las que puedes vivir, es un acto de redención y reconciliación con toda la historia de tu vida. Yo vengo de Africa. Allí cantamos todos, porque cantar no se hace con un fin concreto ni para hacerlo bien o mal. Si tu cantas es porque está bien. Yo no he escuchado decir a ningún africano: Fulanito canta bien . No. ¡Fulanito canta! Que esa es la bendición. Lo que pasa es que se ha asociado el cante al poder adquisitivo. Entonces uno dice: Me gustaría poder cantar , Pero si tu puedes cantar , Sí, pero me gustaría cantar bien , Pero si tu cantas bien. ¿A que te refieres? ¿A que te gustaría poder ganar dinero cantando? A esa es otra historia ", reflexiona la artista.
Concha Buika es una mujer que le escapa a todos los convencionalismos. Vive la vida sin miedos y no se preocupa por el qué dirán. Hace unos años, estuvo en pareja, mejor dicho en trío, con una mujer y su marido. Y luego se casaron los tres. "Me la encontré y lo primero que hice fue agarrarla de la mano y llevarla a casa. Si yo veo una cosa tan bonita lo que quiero es que la persona que más quiero también la pueda disfrutar... Aquí hemos venido a jugar al juego de estar vivos. Si me han hecho humana, disfruto de ser humana. De perder, de ganar, de todo. No me parece que haya que introducir el concepto de culpa en ello como lo hacemos. ¿Qué culpa? Si no somos culpables de ser como somos", dijo en una entrevista que le hicieron para el diario español El País, y agregó: "No entiendo por qué la gente se extraña tanto de estas cosas, y no se pregunta ni se cuestiona lo injusto que es que una persona tenga que trabajar diez, doce horas para poder vivir".
Para todos los que quieran disfrutar de un show enérgico y pasional, no se pierdan a Concha Buika, este sábado en el Ateneo.
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