Si se pusiera una pollera por debajo de la rodilla y no usara escotes hasta el ombligo, podríamos decir que Cinthia Fernández sería la novia que toda madre puede querer para sus hijos. Esos modales aniñados, cuasi modositos, y esa carita de nena buena pueden engañar a cualquiera. Pero si las apariencias engañan, la de la ex participante de "Gran hermano famoso" es una estafa maestra.
Debajo de esa piel de ovejas, la participante de Patinando por un sueño esconde a una loba guaranga, sinvergüenza, dispuesta a todo con tal de ser famosa y con menos principios que Guido Süller. Porque no lo que hizo ayer, en el ingreso a la pista de hielo, fue totalmente innecesario. Recapitulemos: la niña Fernández está peleada "a muerte" con Adabel Guerrero ¿Los motivos? La primera le dijo "Gato rubio" a la segunda. Esta le respondió "Enana petera". Y Cinthia, en vez de ofenderse por el segunda adjetivo calificativo, decidió ofenderse porque mide menos que las repeticiones de Tumberos que da América los lunes a la noche.
Pero como de palabras solas no vive Tinelli, la niña Fernández decidió sumar puntos con el jefe y llevó la pelea con Adabel a un escalón más arriba: el de la expresión corporal. Cuando Tinelli la anunció con bombos y platillos para que ingrese a la pista de hielo, Cinthia simuló estar haciéndole una felatio de primera a su soñador (o como dicen en el barrio, le estaba haciendo una mamada frente al la audiencia más grande de la televisión argentina).
Felicitaciones Cinthia Fernández; has sumado un nuevo hito a tu carrera. Has escrito la página más reciente del libro de las chabacanerías más bajas de la televisión argentina. Definitivamente, el concepto de vergüenza ha cambiado en estos tiempos modernos. Lo que es vendido como un show familiar, el cabarette que Marcelo Tinelli monta en las noches del 13 tiene cada vez más puterío y menos familia.