Los familiares del doctor Max Duenievitz, que dirigía el Hospital Estatal DeWitt, hallaron las obras de Martín Ramírez en el garage de la casa. El descubrimiento no es menor, puesto que tan sólo se conocían 300 de las obras que el artista realizó en el centro situado en California.
El hallazgo fue posible gracias a la retrospectiva sobre la obra del creador azteca que el Museo de Arte Folclórico de Nueva York realizó entre enero y mayo de este año. Al ver las similitudes entre las 97 obras de Ramírez expuestas y las que guardaban en su casa, la familia de Duenievitz envió un e-mail al museo explicando la buena nueva.
Esa colección, que ahora la familia del médico pretende vender, fue realizada durante los últimos tres años de vida de Ramírez. Sin embargo, dejaron entrever en declaraciones recogidas por el diario neoyorquino, que donarán tres piezas del artista al museo folclórico.
El dibujante mexicano, al que le diagnosticaron esquizofrenia catatónica y que apenas habló durante los 32 años que estuvo internado, se hizo famoso a principios de los años 50, cuando Tarmo Pasto, un profesor de psicología y arte, que hizo del artista mexicano asunto central de su investigación sobre la enfermedad mental y la creatividad.
Algunos dibujos de Ramírez llegaron a venderse por 100.000 dólares. Resaltan particularmente su serie de Madonas mexicanas, animales, vaqueros, trenes y paisajes se mezclan con escenas de la cultura estadounidense.
El curioso descubrimiento se produce una semana después de un encuentro igual de sorprendente, el del cuadro del pintor Rufino Tamayo, que será subastado el 20 de noviembre próximo.
Fuente: EFE