"El fumar es perjudicial para la salud". Esa leyenda que aparece cada vez más grande en las cajas y atados de cigarrillos de todas las latitudes, en Chile y por ley tomó forma humana. Además tiene nombre: se llama Don Miguel. "Chileno. Fumó 20 años. Perdió su laringe por cáncer", reza el eslogan al lado de la foto de un setentón que a causa de fumar y fumar enfermó. Un hombre común que encarnó la lucha contra el tabaquismo desde el mismísimo gobierno de Michelle Bachellet, con la patente exposición de las consecuencias como método de advertencia para cambiar conductas. Quizás algunos se sientan incómodos al mirar a este señor con un hueco en la garganta (traqueotomía mediante), pero lo cierto es que los jóvenes reiventaron el uso de los stickers para taparle la cara, volvieron a ponerse de moda las cigarreras y se lo toman con mucho humor. ¿Para seguir fumando?
Varios fotologs, más de un blog y el club de fans Los Miguelianos oscilan entre la ridiculización y el culto, hablando de Don Miguel o "el señor del tercer ojo". En el país trasandino, ya son muchos los que en el kiosco piden un Don Miguel en lugar de la marca. Porque, acostumbrados al sarcarsmo y a reírse de los demás, a las publicidades bizarras que coparon la televisión, los jóvenes prefieren no tomarse las cosas tan en serio. Éste, aclaran sus creadores, "No es un fotolog en mala onda, sólo queremos destacar a Don Miguel como un personaje de culto que ya pasó a ser parte de nuestra vida cotidiana como fumadores. No es reírnos de él y de su condición, si no que darle un toque un poco más alegre a esta campaña, que no ha servido de mucho".
Como la ironía vende más que la tragedia (los ejemplos de South Park y Michael Moore alcanzan), le fue muy bien en el cine a Gracias por fumar, una sátira sobre el lobby de las tabacaleras en esta lucha entre fumar o no, que en definitiva es la vida y la muerte. Un trío de publicistas de la agencia Lowe Porta -todos fumadores- comenzó con el primer blog "homenaje" donde podía verse a Don Miguel caracterizado como Joey Ramone o el Chapulín Colorado, hasta que tuvieron que levantarlo asustados por las demandas. Estampar remeras alusivas, vender la idea a las tabacaleras era el plan final. Pura estética pop que hace inocuo el mensaje inicial. ¿Está mal? Una lectura podría ser que la juventud se apropia de un discurso oficial para desactivarlo, pero la realidad es que Don Miguel existe, tiene 73 años, cáncer y recorre los colegios con un micrófono incorporado para que su voz precaria se escuche. Y los jóvenes al verlo le entregan sus atados prometiendo que nunca más van a prender un cigarro.
Aunque si de dejar de fumar se trata, Brasil entró con advertencias extremistas que parecen haber tenido más éxito que las demás campañas de Latinoamérica. En Argentina, la tendencia anti-tabaco viene de la mano de restricciones: en lugares donde habitualmente se fumaba y ahora parece ser un pecado. Como si sólo se necesitara voluntad, las leyes ya quitaron la publicidad de tabaco primero de la televisión, desde el 1 de enero de la vía pública y cada vez más provincias se suman a los espacios públicos libres de humo. Los datos revelan que se trata de un problema de salud pública. ¿Se puede dejar de fumar viendo a un hombre enfermo en el atado de cigarrillos? Los jóvenes chilenos creen que no.
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