"¿Por qué toca Miranda! en el acto de Gracias Abuelas?? ¿No tendría que tocar Víctor Heredia, León Gieco o Teresa Parodi?", alguien se pregunta en un foro de Internet.
Buena pregunta. Si haciendo un poco de memoria, estos músicos comprometidos se subieron al escenario en cada acto que hubo, poniéndole la voz y el cuerpo a la causa de los derechos humanos. Cuando habían pasado 25 años del Golpe, el incipiente rock barrial convocó un festival multitudinario al aire libre y en las Marchas de la Resistencia que las Madres ya dejaron de hacer, el rock más contestatario siempre fue protagonista. ¿Por qué ahora Miranda!?
Domingo a la tarde, casi 30 grados. La Plaza de Mayo concentraba otra vez gente alrededor de un escenario. Esta vuelta, los 29 años de las Abuelas de Plaza de Mayo fueron motivo de celebración. Además del cierre de la campaña ¡Gracias Abuelas!, un reconocimiento de toda la sociedad a su tarea, que muchos de los asistentes sencillamente desconocían. Y donde Miranda!, en plena explosión de popularidad, aportó su convocatoria para el cierre del festival que desde las 17 se desarrolló con espectáculos de música y para chicos.
"En realidad convocamos a los adolescentes y las familias, a los chicos y los padres de los chicos que hoy son los que tienen alrededor de 30 años", explicaba la misma Estela Carlotto desde el gazebo que protegía a las Abuelas del sol. "No van a hablar otra vez a los que ya saben", aporta uno de los organizadores del GCBA que montaron escenario y produjeron el evento con un line-up artístico poco usual. Del Payaso Mala Onda que compone el "Bicho" Gómez, hasta una cantante de Tango por la Identidad, Me Darás Mil Hijos, sumando la presencia fugaz de Natalia Oreiro, Ricardo Mollo, Valentina Bassi y la conducción de Coco Silly y Sebastián Wainraich.
"En un país que se pregunta por la identidad es más fácil encontrar chicos", afirmó Luis Rivera López, integrante del grupo Libertablas, que presentó un espectáculo de actores y títeres para hablarle a los más chicos de un tema difícil. En su caso, utilizaron una leyenda del litoral de un duende que se roba a los niños haciéndoles olvidar todo su pasado.
Sembrar la duda. Así se puede llamar la misión de las Abuelas. Llegar por todos los medios a los jóvenes que hoy tienen entre 26 y 32 en busca de los 400 bebés apropiados por la última dictadura militar que todavía no fueron restituidos, para devolverles el derecho a saber quiénes son. En este tiempo, ya son 85 los chicos que conocieron a sus familias biológicas a través de la gestión que necesita sobre todo difusión. Y estuvieron dando gracias por eso.
Sucedió con Montecristo, cuyo elenco apoyó la causa desde unos videos proyectados durante el festival, además de poner en el horario central de la pantalla no sólo el tema sino fotos de los bebés expropiados. Así se explica la presencia de los Miranda! recién llegados de México, que entendieron la importancia de convocar a quienes conocer a las Abuelas les puede cambiar la vida.
Sucedió, promediando la tarde, que una chica se acercó a la valla que rodeaba el escenario y le pidió a un empleado de seguridad que le alcanzara un papelito plegado a alguna de las Abuelas, dio media vuelta y se perdió en la multitud. La misma Estela de Carlotto, pañuelo en la cabeza, lo guardó en su cartera. Tiene trabajo por hacer.