En 2004, Kellie Haddock y su marido AJ recibían con mucha alegría a su primer hijo Eli. Todo era perfecto, el futuro sólo era brillante para esta joven familia.
Apenas 14 semanas después de nacimiento del bebé, la familia tuvo un importante accidente de tránsito. AJ, el papá, murió en el impacto, y Eli fue gravemente herido. En un segundo, la vida de todos cambió drásticamente y la salud del recién nacido pendía de un hilo.
Como suele suceder en cada emergencia, un gran equipo multidisciplinario intervino para poder salvar la vida del pequeño. Bomberos, médicos, enfermeras y policías cumpliendo su labor diaria y sin esperar nada a cambio por ello, le devolvieron la esperanza y la fe a Kellie.
Este video cuenta la desgarradora historia la familia Haddock, que luego de diez años tiene un viaje fascinante para agradecer a todas las personas que ayudaron a salvar a su hijo.
Lo más impactante de las imágenes es escuchar a los profesionales decir frases como: "Nunca me agradecieron nada.", "No estamos acostumbrados a esto.", "Simplemente hicimos nuestro trabajo." Estos héroes nos alcanzan a la luz cuando sólo vemos oscuridad. Nos devuelven la vida y obran milagros.