"Este mensaje es para Bremer, que no sé por qué me está dando clases de cómo ser cronista en Twitter. Yo no soy cronista así que te mando un beso, Luisito".
Matías Alé se encuentra de temporada en Mar del Plata con la obra Sé infiel y no mirés con quién. Desde La Feliz, el actor continúa con su trabajo en el ciclo Desayuno americano, donde realiza móviles en vivo y diversas notas.
En eso estaba el flamante novio de Sabrina Ravelli cuando, de repente, se despachó con unas picantes palabras dedicadas en vivo para Luis Bremer. “Este mensaje es para Luis Bremer, que no sé por qué me está dando clases de cómo ser cronista en Twitter. Querido Luis, te voy a explicar una cosa, yo no soy cronista. Soy Matías Alé en un móvil así que te mando un beso, Luisito. Y si estás dando clases, pasame el teléfono o llamame y decimelo personalmente. No estoy peleando, él usó el Twitter para mandarme un mensaje y yo le respondo por acá, ya que no me llama, Luisito Bremer de mi corazón”, disparó muy enojado e irónico, Matías.
"@mmatiasale si sos cronista, sos cronista. Jugate de vez en cuando. ¡Abrazo!", había escrito el periodista, en la red social.
En el piso del programa, todos se mostraron un tanto desconcertados por la exposición de Alé. Lo que sucedió es que el panelista de El diario de Mariana había publicado en su cuenta un tweet dedicado al galán. “@mmatiasale si sos cronista, sos cronista. Jugate de vez en cuando. ¡Abrazo!”, había escrito el periodista.
Pero a Matías no le cayeron nada bien sus palabras y, luego de su descargo en televisión, también recurrió a la red social. “No soy cronista, amigo… Y me podés llamar para consejos. Abrazo”, le respondió. Pero se ve que todavía tenía algo en el tintero. “Vuelvo a decir que los consejos, los recibo de forma personal y no por redes sociales… Y nunca hablaría de tu trabajo… ¡Saludos!”, recalcó el actor.
"Vuelvo a decir que los consejos, los recibo de forma personal y no por redes sociales… Y nunca hablaría de tu trabajo", siguió por Twitter, Alé.
Sorprendido por el enojo de Alé, Bremer intentó bajar los decibeles de la contienda. “¡¡¡Ah bueno!!! Qué susceptibilidad, habla de mi trabajo público, es algo que todos vemos y por lo tanto es opinable. Todo bien”, se desentendió el panelista. “Todo bien, Luis querido. Sabés que nada es con animosidad, y mi presente es tan genial que no tengo ganas de opinar de cosas que no quiero”, concluyó Matías.
Una guerra multiplataforma.