Ese joven que camina pausado, de zapatillas y jean, que de vez en cuando se protege del frío con la capucha de su campera, embobado de felicidad por su bebé y su bella mujer, es nada más y nada menos que el mejor jugador de fútbol del mundo.
Como un turista más, Lionel Messi disfrutó de unos días en París junto a su familia: Antonella Roccuzzo, su mujer, y el pequeño Thiago, de tres meses y medio. El clan Messi disfrutó –bien abrigadito- del invierno europeo, recorriendo los locales de ropa más exclusivos, como Louis Vuitton.
¿El motivo del viaje parisino de “la Pulga”? Viajó junto con Xavi Hernández para visitar, de sorpresa, a los chicos que juegan en las inferiores de Olympique de Neuilly. ¡Un plan familiar y solidario!