Detrás de las cámaras y los flashes, La Tota Santillán escondía una angustia que pensó que ya no tenía solución: su problema de obesidad le provocaba vergüenza, miedos, e influía en sus relaciones personales y su vida social. Ahora, todo es distinto, porque a base de esfuerzo y constancia logró bajar 60 kilos, y sigue en ese proceso.
El puntapié para el cambio fue el testimonio de Roly Serrano contando su experiencia para bajar de peso. Así lo contó la Tota en Infama. "Después de ver una nota con Roly Serrano me cambió la mirada... Me sentí tan reflejado...", expresó el conductor.
En el verano pasado, La Tota pesaba 210 kilos y ahora volvió al peso que tenía en 1999: 150 kilos. Para lograrlo, se operó el 4 de abril, a través de un by pass gástrico (reducción del estómago). Antes de eso había probado con el balón gástrico y la banda gástrica, sin éxito.
“Le decía a mi señora (Sol Bianchi, de 24 años, embarazada de ocho meses del segundo hijo junto al conductor) de acompañarla a algún lado y después no iba por la vergüenza. Ella nunca tuvo vergüenza de mí. Hablábamos el tema, pero yo lo esquivaba. Es una vuelta a vivir en un montón de cosas”, relató sobre las consecuencias sociales que le traía su obesidad.
Ahora sigue luchando, pero siente que ya superó una pelea. “Gané una gran batalla porque cuando pasás cierto peso no hay dieta que te supere”, confesó, emocionado.