Georgina Barbarossa se asustó mucho cuando uno de sus hijos tropezó en su casa con el vidrio de un ventanal.
El joven lo atravesó y se cortó muy profundamente el brazo derecho. Su mamá, por supuesto, lo acompañó a la guardia y se dirigieron a la Clínica De Los Arcos en Palermo.
Allí lo cosieron y finalmente volvieron, ya más tranquilos, a descansar.